El ex violinista de la legendaria banda británica es el invitado de honor al regreso de los Stick Men de Tony Levin a Chile, el 6 de septiembre, donde ofrecerán un set especial cargado al material del Rey Carmesí.
Por Jorge I. Lagás
Está dicho, esta temporada vuelve el grupo Stick Men a Chile, liderado por Tony Levin, pero esta vez con un invitado especial: David Cross, ex violinista de King Crimson en los 70, que dejó en su huella en discos como “Larks’ tongues in aspic”, “Starless and bible black” y “Red”. Y desde entonces ha continuado como solista.
Sumado a que el propio Tony Levin es parte de King Crimson desde los 80 y el baterista Pat Mastelotto lo hace desde los 90, el show se vislumbra como una gran cita para seguidores de la emblemática banda inglesa de rock progresivo. Es el jueves 6 de septiembre en el Teatro Nescafé de las Artes, con un set especial de material de King Crimson, además de sus propias creaciones y las siempre sorprendentes improvisaciones.
Pudimos hablar unas palabras con David Cross antes de este arribo, acá sus palabras:
-David, un gusto. Primero que todo, hace muy poco sacaste tu nuevo disco “Crossing the tracks”, ¿cómo te tiene este lanzamiento?
-Me tiene muy motivado, ha sido algo diferente para mí, porque esta vez no escribí nada del material, son todas composiciones de otros. De alguna manera funcioné como músico de sesión para mi propio disco. Quería ver qué podía hacer en esas condiciones en cuanto a performance. Me gusta hacer cosas diferentes que no he hecho antes, así que me tiene muy contento.
-Me alegro, felicitaciones. Pasemos a lo que veremos en Chile. Hemos visto antes a Stick Men, pero no contigo. Seguramente están preparando algo especial, ¿no?
-Sí, lo haremos, de hecho he estado hablando con Markus (Reuter, el tercer elemento en Stick Men) sobre el material que queremos llevar a Sudamérica. Básicamente consiste en canciones de King Crimson de cuando estaba yo en el grupo, sumado a canciones más recientes de los mismos King Crimson. También cosas propias de Stick Men, puntualmente de “Prog noir” (2016). Aparezco también en esas canciones en que no estuve en la grabación original, así que ha significado un interesante proceso de aprendizaje. Como ves, es un rango bastante amplio de material al que echar mano. Y claro, también hacemos algunas improvisaciones. Una tradición que viene de King Crimson. Me siento feliz de ser parte de algo así.
-Ustedes ya tienen un registro juntos, “Midori – Live in Tokuo 2015”, ¿podemos esperar algo como eso o algo completamente diferente?
-Espero que algo completamente diferente, en realidad (risas). Tocamos algunas cosas que aparecen en ese registro, pero también queremos incorporar otras. Definitivamente estamos enfocados en generar nuevo material en escena, no tendría gracia andar haciendo lo mismo que en ese show de hace años. Lo difícil en ese caso es poder coordinarnos entre los tours, porque siempre estamos muy ocupados y esto necesita ensayarse y complementarse bien. Pero una vez que ya estamos en la carretera, se hace más fácil. Y en cuanto a lo de generar material nuevo, es literal. Creo que se viene algo nuevo pronto.
-Buenísimo. Hagamos un poco de historia, ¿cómo recuerdas tus años en King Crimson? ¿Están entre lo mejor que has vivido en tu carrera?
-Por supuesto que sí, en términos de exponer mi trabajo a un público grande. En la gira que hicimos en ese tiempo en Estados Unidos, por ejemplo, tocamos en muchos lugares y eso lo considero una de las partes más exitosas de mi carrera. Aunque visto de otra forma, todavía tenía mucho que aprender. Era muy joven, estaba aprendiendo todo de la gente que me rodeaba. Por lo tanto después de esa experiencia, de ahí para adelante, siento que empecé a mejorar bastante y creo que desarrollé un campo mayor de ideas y técnicas. Ahora toco mucho mejor que en ese entonces.
-Fuiste pionero en incorporar un instrumento como el violín eléctrico en el rock progresivo. ¿Cómo fue ese proceso? ¿Era difícil que se aceptara algo así? ¿Qué cara te ponían cuando veían que ibas a tocar violín?
-Fue difícil. La variedad de instrumentos no había sido muy desarrollada y había que lidiar con situaciones como esa. Lo difícil era encontrar un sonido que encajara bien con todo el resto. Creo que lo resolvimos, y es algo que a estas alturas ya está superado, con el correr de los años. Pero en ese momento era bien difícil. No había internet, entonces no tenías cómo aprender cosas más que haciéndolas. Sin embargo, creo que todos fuimos aprendiendo juntos. Fue una época bastante estimulante en ese sentido.
-Volviendo al presente y este nuevo disco “Crossing the tracks”, es un álbum colaborativo con diferentes vocalistas mujeres, ¿cómo fue esa experiencia?
-Muy buena, ellas vinieron con las canciones hechas previamente, así que tuve que responder a esas cosas que ya habían sido pauteadas desde su creación. Fue una experiencia nueva, interesante. Además este año saqué otro disco, “Another day” con David Jackson, el saxofonista de Van Der Graaf Generator. Salió en marzo y fue muy emocionante, creo que es lo más representativo de lo que quiero hacer ahora, para dónde va la música que que estoy queriendo hacer.
-Grandes noticias entonces. A ver si esta pasada con Stick Men da pie para que después puedas venir con tu show propio.
-Eso sería fantástico. Quién sabe.
Las entradas para el concierto de Stick Men con David Cross están por sistema Ticketek, tiendas Hites y boletería del Teatro Nescafé, desde $22.000.