Sasha Lieb no veía hace más de un año a su padre, un suboficial de la Guardia Costera de Estados Unidos que fue destinado a Guantánamo.
Una emocionante sorpresa se llevó Sasha Lieb, un niño de 9 años que participaba de un concurso en un partido de béisbol de los Indians de Cleveland, en Estados Unidos.
El menor tenía que elegir entre tres maletas para llevarse un premio de miles de dólares. Sin embargo, le tenían preparada una sorpresa más valiosa que cualquier premio en dinero.
Sasha eligió la maleta con la letra Y. En su interior había un curioso mensaje que nadie lograba entender. «Estoy en casa», se podía leer.
Instantes después apareció Tim Lieb, su padre, quien estuvo fuera por más de un año como suboficial de la Guardia Costera en Guantánamo. Antes de irse, le prometió a su hijo que irían juntos a su primer partido de béisbol.
Al ver a su padre, el pequeño se abalanzó a sus brazos, emocionando a todos los que en ese momento se encontraban en el estadio.