La curiosa contienda electoral por la alcaldía de una ciudad de Perú ha capturado la atención de todo el mundo.
En Perú, Hitler espera volver a tomar el control de un pequeño pueblo en los Andes, a pesar de la amenaza de su principal detractor, de nombre Lennin.
Eslóganes de campaña que aseguran que «Hitler es del pueblo» y «Hitler es confianza» han inundado la localidad peruana de Yúngar, en medio de una carrera por la alcaldía que ha logrado capturar la atención de los medios internacionales por los motivos menos esperados.
Hitler Alba Sánchez busca un nuevo término como alcalde y asegura ser «el Hitler bueno».
En diálogo con la emisora local RPP, Alba dijo rechazar categóricamente todo lo que el dictador nazi Adolf Hitler representó en su momento y además aseguró que planea administrar «un gobierno justo y transparente» al mando del pueblo de campesinos ubicado en la zona central de los Andes.
Pero su campaña se ha visto atacada por un adversario de nombre Lennin Vladimir Rodriguez Valverde, un residente de un distrito vecino que intentó bloquear la inscripción de Hitler como candidato.
Las autoridades electorales rechazaron el pedido la semana pasada, lo que permitirá que Hitler vuelva a aparecer en las boletas para las elecciones que tendrán lugar el próximo 7 de octubre.
El candidato de «Somos Perú» asegura que no conoce a su oponente e incluso sugirió que este fue elegido por sus enemigos políticos para generar controversia.
«Siempre hemos hecho el bien, la gente nos conoce» dijo Hitler. «Ahora nos enfrentamos a esta disputa de avatares políticos entre Hitler y Lennin».
En Perú y otros países de Latinoamérica, los padres eligen en muchas ocasiones bautizar a sus hijos con nombres foráneos y exóticos, a pesar de que estos tengan asociaciones negativas.
El año pasado, Osama Vinladen fue asignado al equipo de fútbol juvenil nacional de Perú.
Alba asegura que su padre no sabía quien era Adolf Hitler al momento de elegir su nombre. Luego de aprender los hechos históricos, este consideró cambiarse de nombre pero finalmente decidió aceptarlo.
«Me hubiese hecho sentir mal» concluyó Hitler, quien además reconoció su afinidad por la cultura alemana y suele citar a Goethe en su página oficial de Facebook.
Fuente Reuters e Infobae.com