El hijo menor de la familia, de solo 2 años, padece cáncer y los médicos estiman que no llegará a diciembre.
Hace cinco semanas, los padres de Brody Allen, un niño de tan solo 2 años, recibieron la peor noticia de su vida: a su pequeño hijo le quedaban dos meses de vida, debido al tipo de cáncer cerebral poco común que padece.
La familia se dio cuenta de que el niño quizá no lograría disfrutar otra Navidad, así que decidieron celebrarla antes de tiempo, por lo que pusieron el árbol y adornos navideños. Sus vecinos de Ohio, en Estados Unidos se unieron a ellos e hicieron lo mismo en todo el barrio.
«Se despertó un día y ahí estaba el árbol de Navidad. No sabe que en realidad esa festividad aún no llega. Solo la disfruta», dijo McKenzie Allen, hermana de Brody, al New York Times.
Brody ya no tiene la misma energía y no puede usar el brazo ni la pierna izquierda. Afuera de su casa están Minnie y Mickey Mouse, y todos los vecinos participan de este festejo antes de tiempo.
Este 23 de septiembre habrá un desfile, que incluirá a Santa Claus en un camión de bomberos, cantantes de villancicos y superhéroes, para darle una última Navidad al pequeño Brody.