Editorial de Freddy Stock, miércoles 05 de septiembre.
Salvemos nuestra educación pública… Como si se estuviera repitiendo el cáncer que terminó con delincuentes tomándose las barras del fútbol, los principales liceos del país están siendo sacudidos por grupos violentos, asistémicos, capaces de lanzar bombas molotov en democracia o de rociar con bencina a profesores y apoderados en una actitud delictiva demencial.
El terror lo viven alumnos, autoridades y los propios profesores al interior de los establecimientos y ya se contabilizan más de 400 estudiantes que fueron cambiados este semestre de liceos que tradicionalmente era un orgullo pertenecer.
El alcalde de Santiago, Felipe Alessandri, se reunió con 125 profesores, directivos y asistentes de la educación pertenecientes al Instituto Nacional para explicar las medidas para detener la ola de violencia que terminó este sábado con el propio rector del más antiguo colegio público rociado con bencina por estos sujetos encapuchados.
Acá, no hay que perderse entre miradas conservadoras, liberales, de derechas o izquierdas. La defensa de nuestra educación pública tiene un solo carril y ese es el del estado de derecho contra los que quieren destruirla. Necesitamos la aplicación de la ley que sancione fuertemente a estos delincuentes que a rostro encubierto siembran el terror y el oscurantismo de la violencia en liceos destinados a formar ciudadanos defensores de la razón, del humanismo y de la tolerancia…