La concesionaria aseguró que la salida del jugador del club se concretó el 27 de julio y acusaron que el delantero incluso gestionó un avión privado para llegar a Argentina.
La concesionaria Azul Azul respondió a la demanda presentada por Mauricio Pinilla por «vulneración de derechos fundamentales con ocasión del despido» en el Juzgado de Letras del Trabajo de San Miguel.
A cargo del abogado José Joaquín Laso, la defensa de la compañía asegura que «no es efectivo que el deportista profesional fue despedido en una conferencia de prensa, ni que el término de su relación laboral con el Club Universidad de Chile se debió a un rompimiento unilateral».
Según Azul Azul, el término de la relación laboral entre Pinilla y la U no fue el martes 31 de julio como dice la demanda, sino cuatro días antes, por una causal que contó con la total aceptación del delantero.
Además, subraya que el fin del contrato se concretó con la transferencia de derechos federativos y económicos suscrita y aceptada por las tres partes: Mauricio Pinilla, Universidad de Chile y Colón de Santa Fe.
Además, en la respuesta de la concesionaria se precisa que los vínculos laborales en el fútbol se rigen por un capítulo especial del Código del Trabajo, regido por el artículo 152 BIS A y que refiere solamente para deportistas profesionales.
Para Azul Azul, el millonario monto de 1.000.039.694 pesos que pide Pinilla «le haría más lucrativo no trabajar y demandar ante los Tribunales de Justicia antes que ejercer su actividad laboral de futbolista profesional».
En el documento se presenta una conversación por Whatsapp entre el delantero y Horacio Darrás, personero de Colón de Santa Fe, para gestionar un avión privado que permita su llegada a Argentina.
Revisa el diálogo a partir de la página 27…