Al alterar tu dieta, es normal que se produzcan ciertos cambios, a menor y mayor escala.
Con menor o mayor compromiso, hay cada vez más personas que optan por comer exclusivamente alimentos de origen vegetal. Así lo confirman los nutricionistas, quienes han declarado que muchos pacientes llegan a sus consultas para dar el paso.
Es que asesorarse en estos casos es lo recomendable, sobre todo considerando que se pueden producir ciertos cambios: «Puede haber cambios en la digestión si se aumenta de repente el consumo de fibra, pero se suele regular en poco tiempo. Si hay a largo plazo cambios a peor, se debe a una dieta mal planeada, no a que esta sea vegana, vegetariana o tradicional», explica a La Vanguardia Lucía Martínez, nutricionista y co-directora del Centro Aleris y autora del libro «Vegetarianos Con Ciencia».
Cambios de peso
«Si pierdes peso probablemente estés comiendo menos, y si lo ganas, muchas veces se debe a un error común que es el de sustituir la carne o el pescado por platos de arroz o pasta, aumentando significativamente su consumo. La cuestión importante es la organización de la dieta, no que te hayas hecho vegano”, dice la dietista.
Menor excreción
Aunque te parezca extraño, además, puede que se reduzca la cantidad o el número de excreciones, una vez te hayas pasado a comer exclusivamente vegetales. «Sabemos que en personas vegetarianas de largo recorrido suele haber una adaptación metabólica a las ingestas de hierro hemo más bajas (y más altas de hierro no hemo), de manera que aumenta la absorción y disminuye la excreción. Adaptación similar a la que ocurre por ejemplo también durante el embarazo, cuando las necesidades de hierro aumentan», explica.
Cansancio o alteraciones neurológicas
Hay quien afirma que la ausencia de carne y pescado en la dieta te pueden hacer sentir más cansancio por la ausencia de vitamina B12 (sólo presente en los productos animales). Si te sientes más cansado, y crees que la causa es dietética, deberías practicarte un examen. «Puede que tengas anemia ferropénica, pero esto no se debe a que lleves una dieta vegetariana. La prevalencia de anemia en la población vegetariana es la misma que en la población general. Tu cansancio puede deberse a factores muy diversos y es muy aventurado atribuirle sin más una causa dietética», reconoce.
Alteraciones del ánimo
Si quieres pasarte a una dieta vegana también debes tener en cuenta la ingesta de suficientes ácidos grasos esenciales, «fundamentales sobre todo para la salud cardiovascular y el cerebro; ya que su déficit puede producir deficiencia cognitiva, alteraciones del estado de ánimo como la depresión, o deficiencia macular», afirma la profesional.
Baja presión arterial y menos riesgo cardiovascular
También según estos estudios, las poblaciones vegetarianas suelen tener menor riesgo de hipertensión, aunque esto está más relacionado con el Indice de Masa Corporal que con la dieta en sí. «Aunque la población vegetariana suele tener una presión arterial más baja, esto se relaciona sobre todo con su menor IMC, ya que es el sobrepeso uno de los principales factores de riesgo de esta patología. Si que podemos decir que una dieta vegetariana o vegana bien planificada se relaciona con ventajas de salud como menor riesgo de diabetes de tipo 2, de enfermedades cardiovasculares y de obesidad», según Martínez.