El jugador panameño fue víctima de la ira de los hinchas de su propio equipo, el Dinamo Bucarest, por lo que pidió el término de su contrato.
Cuando partió de Universidad de Chile rumbo a Rumania a mitad de año, Armando Cooper buscaba dejar atrás un semestre realmente fatídico para su carrera en el cual sumó muy pocos minutos y donde fue víctima de duras críticas por su bajo rendimiento. Pero aquello poco cambió en Europa. El volante panameño lo sigue pasando mal y este fin de semana vivió una verdadera pesadilla por culpa de los hinchas de su propio equipo. En el duelo entre su Dinamo Bucarest y el Concordia, el ex jugador azul recibió una serie de insultos racistas por parte de los seguidores «rojiblancos», quienes incluso lo compararon con un «mono».
«Después de ser reemplazado en el segundo tiempo, Cooper se dirigió al vestuario y cruzó la cancha. En ese momento, un grupo de hinchas comenzó a insultarlo y a hacer sonidos evidentemente racistas. El volante respondió con una señal y ahí reaccionaron otros hinchas», relató el diario rumano Sport Pro. Fue tan tenso el momento que un forofo del Dinamo incluso escupió al panameño, quien amagó a lanzar un golpe.
Ahí los encargados de seguridad decidieron actuar y escoltaron al mediocampista hacia camarines. Según el citado medio, el incidente dejó tan molesto a Cooper que el mismo día fue a hablar con los dirigentes para pedir el término de su contrato. No obstante, los directivos del club de la capital rumana lo tranquilizaron y lograron convencerlo de permanecer, al menos, hasta fin de año. «No se irá. Entiendo su molestia con los hinchas. Es lamentable que esas acciones superen cualquier grado de civilización. No podemos tolerar insultos racistas. Cooper tiene un contrato y lo terminará «, dijo Alexandru David, presidente del Dinamo. Pero lo cierto es que después de esta polémica el mediocampista no tendrá muchas ganas de seguir.
Así fue la «pesadilla» que vivió Cooper: