Maritza Soto se dio a conocer en 2015 cuando descubrió su primer planeta, el HD110014c, un astro al que ella denominó como Andrea en honor a una gata que fue su mascota.
Hoy, tres años después de la detección de ese primer planeta, su nombre nuevamente encabeza una investigación, esta vez por el descubrimiento de dos planetas gaseosos que orbitan dos estrellas distintas. El estudio fue publicado en la revista de la Real Sociedad Astronómica de Londres.
Tenía solo 25 años cuando descubrió su primer planeta. Su fascinación por el universo partió a los 11 años. En su casa había enciclopedias y disfrutaba mirando las imágenes de estrellas y planetas. Ahí se dio cuenta de que le gustaba la astronomía.
Esta joven astrónoma de origen chileno, quien desde hace un mes vive en Londres, donde realiza su posdoctorado en la Universidad de Queen Mary, es la líder de un equipo de científicos que recientemente descubrieron dos nuevos exoplanetas gaseosos, el K2-237 b y K2-238 b, que giran alrededor de estrellas diferentes y que son ligeramente más grandes que el cuerpo de Júpiter.
Este septiembre, Maritza fue nominada al premio Natida Chileno del Año 2018, una iniciativa que reconoció a personas destacadas de ese país en las categorías de chileno innovador, joven, sénior, sustentable, de las artes y SuperChileno.
PESE A QUE A SUS 28 AÑOS LLEVA YA TRES PLANETAS DETECTADOS, NO CREE QUE SEA ALGO ESPECIAL. “TODO DEPENDE DEL ÁREA EN EL QUE UNO TRABAJE. PARA LOS QUE ESTAMOS EN LA DETECCIÓN DE PLANETAS NO ES UNA COSA TAN EXCEPCIONAL. ES LO QUE BUSCAS”, COMENTÓ PARA EL DIARIO EL PAÍS.
Maritza Soto explicó al mismo diario que ella y su equipo de investigación utilizan dos métodos para la detección de planetas. El principal es el método de tránsito, y el segundo, la velocidad radial:
“EL PRIMERO CONSISTE EN OBSERVAR UNA ESTRELLA CONSTANTEMENTE POR MUCHO TIEMPO. SI ESTA TUVIESE UN PLANETA ORBITÁNDOLA, ENTONCES ESTE PLANETA PODRÍA EN ALGÚN MOMENTO PASAR JUSTO EN FRENTE DE LA ESTRELLA, BLOQUEANDO UNA PARTE DE LA LUZ QUE NOS LLEGA. ESTO SE VERÍA COMO UNA PEQUEÑA DISMINUCIÓN DE LA LUZ DE LA ESTRELLA, QUE SE REPETIRÍA DE FORMA PERIÓDICA”.
Finalmente, la astrónoma reconoce que llegar a donde está no ha sido fácil, pero para ella es importante que más niñas se atrevan a incursionar en las ciencias.