Expertos advierten que no hay manera de recuperar los restos del estadounidense sin poner en riesgo a los aborígenes y a otras personas.
El cuerpo del misionero cristiano John Allen Chau, podría quedar para siempre enterrado en la isla Sentinel del Norte, en India, donde fue asesinado por los hostiles aborígenes que habitan el lugar. Y es que según los expertos, no hay manera de recuperar los restos del estadounidense sin poner en peligro la supervivencia de los nativos.
El joven de 27 años murió producto de un ataque con flechas el pasado 16 de noviembre, cuando intentó ingresar a la isla prohibida del archipiélago de Andamán y Nicobar para evangelizar a los indígenas sentineleses, una tribu de cazadores y recolectores que viven en la Edad de Piedra.
Las autoridades indias ni siquiera trataron de enviar agentes policiales al lugar para interrogar a los habitantes. En las últimas décadas, cualquier intento de contacto del mundo exterior ha terminado en hostilidades y en un rechazo violento por parte de esta comunidad, pues viven en autarquía.
La amenaza para los habitantes de esta isla es tal que los especialistas en derechos indígenas dicen que nunca se presentarán cargos de asesinato contra ellos y que el cuerpo de Chau tendrá que permanecer en la isla para proteger lo que probablemente sea la última tribu preneolítica del mundo.
Pankaj Sekhsaria, experto en derechos tribales y autor de investigaciones sobre las islas, dijo que sería «un ejercicio inútil» tratar de recuperar el cuerpo. El experto advirtió a las autoridades indias sobre la necesidad de reforzar la vigilancia alrededor de la isla para evitar que otra persona como Chau se acerque a la tribu, recoge El Confidencial.
«No creo que haya una manera segura de recuperar el cuerpo sin poner a los sentineleses o los otros en riesgo», enfatizó Sophie Grig, investigadora de Survival International, que hace campaña a favor de estos grupos aislados.
El principal problema es el desconocimiento sobre estos indígenas, probablemente descendientes de los primeros humanos que llegaron a Asia. «No tenemos ningún indicio sobre su sistema de comunicación, su historia y su cultura, cómo podemos acercarnos a ellos», cuestionó Anup Kapoor, profesor de antropología de la Universidad de Nueva Delhi.
«Lo que sabemos es que fueron asesinados y perseguidos por los británicos y los japoneses. Odian a cualquier persona en uniforme. Si ven a alguien en uniforme, lo matan enseguida», agregó.
Por otra parte, existe el temor de que enfermedades tan comunes como un resfriado puedan hacer desaparecer a la tribu, ya que al vivir en total aislamiento no están inmunizados contra ellas.