John Allen Chau, de 27 años, quiso evangelizar a la tribu más aislada y hostil del mundo.
La trágica muerte del misionero cristiano John Allen Chau, de 27 años, ya es conocida en todo el mundo. El estadounidense quiso evangelizar a la tribu que habita la isla Sentinel del Norte, en India, pero fue asesinado a flechazos por los indígenas que habitan el lugar.
El misionero sabía que el ingreso a la isla está prohibido y que nadie se puede acercar a menos de cinco kilómetros, no solo por la extrema hostilidad de la población local, si no también como una manera de proteger a los nativos, que no están inmunizados a enfermedades comunes en el resto del mundo.
Sin embargo, a Chau no le importó e irresponsablemente sobornó a unos pescadores para que lo acercaran a la isla y luego llegó a la orilla en un kayak. Trató de conquistar a los aborígenes dándoles peces y pequeños regalos, también les habló en su idioma e incluso cantó canciones religiosas, pero nada evitó que lo atacaran hasta darle muerte.
Ahora la familia reveló las últimas palabras de Chau: «Grité: ‘Mi nombre es John, te amo y Jesús te ama’. Ustedes podrían pensar que estoy loco por todo esto, pero creo que vale la pena declarar a Jesús a estas personas. Dios, no quiero morir», escribió en una última nota el 16 de noviembre.
Los nativos enterraron el cuerpo de Allen Chau en la isla, que ahora pretende ser recuperado por las autoridades indias.