Tras el fallo del Tribunal Disciplinario, el presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez, anunció que la ciudad de Madrid albergará el domingo 9 de diciembre la final de la Copa Libertadores. Una decisión tan insólita que desató de inmediato una ola de burlas en las redes sociales.
Que la final de un certamen bautizado en honor a quienes lucharon en las batallas por la independencia del continente que estaba gobernado por los españoles se juegue justamente en la capital del país ibérico fue el foco de las bromas de los internautas, con la Copa «Conquistadores» de América como tendencia en el mundo hispanoparlante.