Por Cristian Arcos, As.com
Pueden gustar o no los torneos largos, pero sin duda son los más justos. Premian la regularidad, no sólo una tendencia o racha. La Universidad Católica fue el equipo más sólido del campeonato. Seguir discutiendo si juega bien, si juega lindo, si es ofensivo, si llena la vista, no tiene ningún sentido. Nunca lo tuvo en realidad, porque el equipo de Beñat San José fue puntero desde el inicio hasta el final del certamen. De las 30 fechas, los cruzados fueron líderes en 29. Incuestionable.
Mérito para Beñat San José. El vasco asumió un plantel que venía de un final amargo en la era de Mario Salas. Tras ganar dos títulos, el último campeonato no había sido bueno. El técnico español fue sensato y prudente. Se acomodó al plantel que tenía. No impuso, sino que convenció. Como los buenos entrenadores, recurrió a la banca cuando era necesario. Logró mantener alerta a titulares y suplentes. Cuando no jugaba bien, ganaba con lo justo o empataba. Rara vez perdía. En 30 juegos, sumó apenas tres caídas. Le hicieron 25 goles, menos de uno por partido. Entendió San José que manteniendo el arco en cero, sus opciones de ganar eran más altas.
Muchas críticas a la UC iban cargadas a cuestionar el torneo. Eso no era culpa de los cruzados. Los medios suelen decir que los torneos son discretos cuando no lo pelean los grandes de siempre. Si el resto no fue capaz de alcanzar o superar al equipo de la franja, deja de ser un problema de Católica. Varios tuvieron oportunidades en el cerrtamen y no las aprovecharon. La UC resistió y ganó casi todos los partidos claves.
Un arquero como Dituro que ataja lo que debe y más. Una defensa que no se complicaba. Aued, el verdadero gestor de juego. Ignacio Saavedra, un juvenil que juega como veterano. Fuenzalida, en su mejor temporada en años. Vilches que remó de atrás y terminó siendo clave, Buonanotte sin el brillo de antaño, pero regalando sacrificio. Piezas importantes para un título que se merece.
La Universidad de Concepción va directo a la Libertadores, la Universidad de Chile se recuperó pero sin brillar. Antofagasta jugará por primera vez un torneo continental. La gran decepción, por lejos, Colo Colo, un equipo que no compitió.
Un equipo que sale campeón en un torneo de 30 fechas no puede jugar mal. Seguir insistiendo en ese tema habla más del crítico que del protagonista. Tendrá que armarse para Copa LIbertadores, pero esa es otra historia. En ésta la UC los mira a todos desde arriba. Como lo hizo durante todo el campeonato.