Según reporta el Daily Mail, el robo ocurrió el viernes pasado y de nada sirvieron los muros y las cámaras de circuito cerrado que rodean a la propiedad.
Patrullas de la policía llegaron enseguida a la mansión de sir Paul y observaron evidentes señales de un «ingreso por la fuerza» a la residencia.
Consultados por el medio británico, los vecinos de McCartney revelaron que la estrella lleva una vida completamente normal. Uno de ellos dijo: «Va por la calle sin guardaespaldas, habla con la gente, pasea por el parque. La casa está rodeada de cámaras, no sé cómo pudieron entrar. Es preocupante. Después de lo que le ocurrió a John Lennon tendría que ser más cuidadoso».
El episodio no es el primero de este tipo que sufre sir Paul, pero al parecer, el ex Beatle sí que temía que algo así pudiera ocurrirle. De hecho, en 2009, su equipo de seguridad le pidió a Google Street View que eliminara la propiedad londinense del servicios de mapas para que nadie la pudiera ver en línea.