No era raro ver al legendario guitarrista llevar a cabo alguno de sus conocidos solos, mientras sostenía un cigarrillo en la comisura de sus labios.
La vida del rock & roll puede estar llena de vicios difíciles de superar. Uno de los más comunes es el tabaco, al cual Slash, guitarrista de Guns N’ Roses, fue adicto durante una gran cantidad de tiempo. No era raro ver al legendario guitarrista llevar a cabo alguno de sus conocidos solos mientras paladeaba un cigarrillo en la comisura de sus labios. Sin embargo, la música fue, precisamente, uno de los motivos que llevaron al artista a dejar este perjudicial vicio.
Si bien es cierto que Slash perdió a su madre por culpa de un cáncer de pulmón, aunque no dejó de fumar ni cuando ella estaba en el hospital, fue una neumonía lo que le llevó a terminar de decidirse a no fumar más. “Dejé de fumar hace casi 10 años”, ha afirmado el guitarrista, que lleva sin encenderse un cigarro desde 2009. “Cuando lo hice, tuve neumonía y fue esto lo que me hizo decidirme a dejarlo. Eso, y que fui a ver a Cher la noche anterior, que fue cuando cogí la neumonía. Así que fue Cher quién me ayudó a dejar de fumar”, ha seguido.
“No podía fumar, lo intenté pero no podía respirar, así que me tiré dos semanas tumbado. Así que lo dejé, y empecé a usar parches de nicotina para quitarme el mono. Después empecé a usar el snus (ndr: una variante del tabaco que se consume por vía oral y que es muy usado en Suecia, pero que no debe ser confundido con el tabaco de mascar) y estuve así unos años. Mi pareja (ndr: de la que se ha divorciado recientemente) me disuadió de hacerlo, así que empecé a mascar chicles de nicotina. Ahora duermo con el chicle”, ha explicado.
Sin embargo, la historia del concierto de Cher no acaba allí, ya que el guitarrista afirma que “fue arrastrado” por su ex-mujer y sus amigos y que la actuación de la cantante de pop no le gustó nada. “Tenía que salir en cada canción para echar un cigarro. Creo que me había convencido para no fumar tanto, pero Cher me volvió loco. En cada momento en el que recordaba uno de los periodos de su carrera… Tenía un armario en el escenario, se metía en él y cuando salía era india. Cada cosa que había sido en su carrera… Cuando empezó a recordar la parte de Sonny & Cher, me mató, no podía soportarlo, así que me puse a fumar. No tenía ningún buen recuerdo de ese concierto o cualquiera de esas otras cosas”.
Slash, quien solía fumar la ingente cantidad de 60 cigarros diarios, ha reconocido que es duro mantenerse limpio y que siente la tentación de volver diariamente. Además, ha admitido que era “un fumador compulsivo” y que no podía soportar “no fumar donde él quisiera”.