La policía trasladó al joven de 23 años hasta los calabozos, acusado de conducir bajo los efectos del alcohol y de las drogas.
Eran las dos de la madrugada del pasado domingo cuando Anthony Andrew Gallagher, de 23 años, entró con su coche en un McDonalds con servicio de pedido a través de la ventanilla. Cuando llegó la hora de pagar dijo que no tenía dinero, pero que ofrecía una bolsa de marihuana a cambio. El trabajador del restaurante se negó y el vehículo arrancó sin su comida.
El responsable del McDonalds situado en la ciudad de Port Lewis, en Florida, en el sureste de Estados Unidos, llamó a la policía, que se presentó rápidamente en el restaurante. Tomaron los datos del coche, la descripción del hombre y se quedaron en los alrededores por si a Anthony Andrew Gallagher le daba por aparecer de nuevo en escena. Y así fue.
Con su Pontiac se volvió a colocar en el carril destinado a los coches que van a hacer pedidos y un agente le vio rápidamente. Se acercó al vehículo y comprobó que salía un fuerte olor a marihuana, por lo que interceptaron al conductor e inspeccionaron el coche. Encontraron una bolsa con 11 gramos de esa sustancia, por lo que fue automáticamente arrestado.
La policía trasladó al joven de 23 años hasta los calabozos, acusado de conducir bajo los efectos del alcohol y de las drogas, después de que también encontraran una pequeña cantidad de cannabis en la parte posterior del vehículo. El acusado aseguraba en su defensa que, efectivamente, ofreció marihuana como forma de pago por la comida del McDonalds, pero que lo hizo “como una broma”.
Lo que no ha desvelado la policía de Port Lewis es si el joven pensaba ofrecer de nuevo drogas la segunda vez que acudió al restaurante, ya que no le permitieron llegar a hacer el pedido.