Ambos actores dejaron al intérprete de Deadpool en ridículo.
Bien sabemos que Ryan Reynolds suele molestar a sus amigos. Sin embargo, esta vez le tocó a él ser la vícitma de una divertida broma navideña.
El actor fue invitado por sus amigos y colegas Hugh Jackman y Jake Gyllenhall a celebrar una fiesta de chalecos navideños, una típica costumbre estadounidense, donde lo más importante es que mientras más espantoso sea el diseño, mejor.
Reynolds asistió a la cita con sus amigos usando un horrible chaleco con una gran cinta, pero eso no fue todo, ya que cuando llegó se dio cuenta que era el único que estaba usando un sweater con motivo navideño, dándose cuenta que todo fue parte de una graciosa -y pesada- broma.
El intérprete de Deadpool escribió junto a la foto en Instagram: «Estos malditos me dijeron que era una fiesta de chalecos», posando con cara de humillado mientras Jackman y Gyllenhall se ríen a carcajadas.