Ya sea por espacio o porque pensamos que durarán más, solemos meter todo tipo de alimentos en la nevera.
Si bien algunos alimentos es necesario meterlos en el refrigerador para mantenerlos en buen estado, hay otros que con bajas temperaturas perderían ciertas propiedades como el sabor. Para empezar, la forma correcta de distribuir las comidas es poner en el centro del aparato, donde la temperatura está entre los cuatro y cinco grados, los lácteos, huevos, embutidos y en general, los productos que vayan cubiertos y que exigen conservarse en frío una vez abiertos.
Por su parte, la carne y los pescados tienen que colocarse en la parte más fría de la nevera. Las frutas y verduras deben ir en los cajones ya que se aíslan de otros alimentos y debemos protegerlos de las temperaturas muy bajas.
Sin embargo, hay alimentos que son excepciones y con los que hay que tener mucho cuidado en cómo los tratamos.
Mantequilla
Aunque la mantequilla es un producto lácteo, no se comporta como la leche. Esto porque en su composición hay grasa excesiva, lo que hace que no sea particularmente propensa al desarrollo microbiano, por lo tanto no es necesario dejarla dentro del refrigerador, de hecho puede ser perjudicial para el sabor de este popular alimento.
Tomates
Este es uno de los alimentos más perjudicados con el frío. La baja temperatura del refrigerador frena el proceso de maduración y por lo tanto, el tomate pierde sabor. Nunca se deben almacenar en la nevera y hay que conservarlos a una temperatura superior a los 10 grados. Otro de los alimentos a los que les pasa algo similar son las papas.
Chocolate
En días calurosos es mucho mejor tener este preciado alimento en la nevera, pero ten en cuenta lo siguiente. Este alimento recoge muchos olores, por lo que perderá muchas de sus cualidades, así que no te sorprendas si al probarlo huela raro o sepa a… refrigerador. Lo mejor es guardarlo en un lugar fresco y ojalá con plástico para que no vaya a adquirir otros sabores.
Pan
Muchos lo hacen. Meter el pan en la nevera te asegura que dure mucho tiempo, sobre todo con el pan de molde. Sin embargo, se recomienda que al guardar el pan en el refrigerador es mejor congelarlo, pero siempre dentro de un plástico para que no pierda su humedad y se ponga duro, además de perder sabor.