ACTITUD FUTURO

Descubren la fórmula para que los adolescentes mejoren sus calificaciones: levantarse más tarde

Un estudio registró una aumento del 4,5% en las calificaciones al demorar su primera clase 50 minutos.

Un estudio registró una aumento del 4,5% en las calificaciones al demorar su primera clase 50 minutos.

Uno de los factores que cambian con la llegada de la adolescencia son los horarios para irse a la cama. Los jóvenes ya no quieren irse temprano a dormir y eso puede ser un problema cuando al día siguiente deben ir al colegio.

Esa naturaleza nocturna muchas veces acarrea un bajón en el rendimiento escolar, pero no tiene por qué ser así. Un nuevo estudio ha comprobado que es posible ayudarles a mejorar sus notas solo con retrasar el horario de la primera clase de la jornada. En concreto, el aumento de las calificaciones fue del 4,5% cuando durmieron una media de 34 minutos más.

Los especialistas pusieron a prueba un nuevo horario en dos institutos de Seattle, en Estados Unidos, donde la hora de inicio pasó de las 7.50 a las 8,45 horas. El retraso fue suficiente para revertir la tendencia a la falta de sueño que las sociedades industrializadas sufren desde hace un siglo, según argumentan los investigadores en el nuevo artículo, publicado en la revista Scientific Reports.

Las 7 horas y 24 minutos de sueño que, de media, registraron los jóvenes del experimento, que vistieron pulseras que monitorizaron su descanso, están aún lejos del objetivo. Pero “restablecen los valores de sueño presentes varias décadas antes de que las tardes con entornos vivamente iluminados y el acceso a pantallas luminosas fueran comunes entre los adolescentes”, subrayan los investigadores.

Los científicos piensan que los factores de la biología de la adolescencia que explican las peculiaridades son que el ciclo circadiano se alarga en esa etapa de la vida, mientras la sensibilidad a la luz, que anima a despertar, es menor. Además, otros cambios fisiológicos ayudan a los adolescentes a soportar mejor el sopor de la vigilia, recoge El País.

Por eso iniciar las clases demasiado temprano hace que acusen el sueño perdido, con consecuencias que no solo se manifiestan en el rendimiento académico menor, ya que la falta de sueño también afecta a la piel y engorda.

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