Junto con sus anteojos, es uno de los rasgos más característicos del joven mago.
Uno de los rasgos más característicos de Harry Potter es, además de sus lentes redondos, la cicatriz que tiene en su frente, marca del ataque que sufrió por parte de Lord Voldemort cuando era tan solo un bebé.
Por años muchos fanáticos han creído que la cicatriz es un rayo, sin embargo, un usuario de Internet rompe con esa creencia y asegura que es la representación del movimiento que hay que hacer con la varita para invocar un Avada Kedavra.
La historia cuenta que después de conocer la profecía acerca de un joven mago que frenaría su ascenso al poder, Lord Voldemort quiso cortar el problema de raíz y fue hasta la casa de los Potter para terminar con la vida del pequeño Harry, quien en ese entonces era solo un recién nacido.
Cuando está listo para matar a Harry, se interpone su madre quien le ruega que tome su vida a cambio de la de su hijo. Voldemort acaba con la vida de la madre pero el hechizo rebotó dejándole al joven mago su característica cicatriz.