El actor, que está de regreso de la mano de la aclamada serie «Kidding», se cambió de lugar sin perder el humor que lo caracteriza.
La ceremonia 2019 de los Globos de Oro comenzaron con una broma a Jim Carrey. En su monólogo de apertura, Sandra Oh y Andy Samberg obligaron al protagonista de la aclamada serie «Kidding» a cambiarse de mesa.
Carrey, conocido principalmente por ser un actor de cine, se encontraba sentado en la zona designada para los nominados en categorías de películas. En un momento de humor, le hicieron ver que en esta oportunidad él concursa por su participación en la pantalla chica.
¿Al menos puedo llevarme mi cena?», preguntó Carrey haciendo reír a los asistentes.
Para no perder la costumbre, el cómico canadiense de 56 años puso dos vasos sobre sus ojos –a modo de larga vista– haciendo referencia a que desde el fondo del salón, donde se encuentran los nominados de televisión, «todo llega con retraso».
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