Un grupo de especialistas realizó estudios en cerebros humanos y de monos para conocer que les pasa cuando observan la ilusión Pinna-Brelstaff.
Un equipo de especialistas de la Academia de Ciencias de China investigó la ilusión óptica conocida como Pinna-Brelstaff, compuesta de círculos concéntricos de figuras con sombra inversa que generan la sensación de que se mueven. Y según consigna el portal Science Alert, los investigadores descubrieron que la ilusión puede, en realidad, ‘rompernos la cabeza’ durante 15 milisegundos.
En su intento por averiguar qué es lo que sucede en sus cerebros cuando miran la ilusión, los científicos realizaron estudios separados sobre humanos y monos. En el primer caso, estudiaron los cerebros de 42 personas que observaban la ilusión bajo diferentes condiciones, a través de una imagen de resonancia magnética funcional. Después, analizaron los cerebros de macacos Rhesus machos por medio de electrodos.
En primer lugar, compararon las respuestas sacádicas de los humanos y los monos cuando ven el dibujo y dedujeron que, muy probablemente, los simios la perciben de la misma manera que nosotros.
The Pinna-Brelstaff illusion really messes with your brain. Via @ScienceAlert https://t.co/xabXnjxi0Y pic.twitter.com/RZ1V328IeE
— RealClearScience (@RCScience) 19 de febrero de 2019
A continuación, se mostró la ilusión y algunas animaciones a los monos, comprobando que activa la misma parte del cerebro que el movimiento real: es decir, el cerebro procesa el movimiento ilusorio y real con las mismas neuronas. Sin embargo, resultó que las neuronas tardaron unos 15 milisegundos más en procesar el movimiento ilusorio que el movimiento real.
Por el momento, los investigadores no saben con certeza la causa de ese retraso, pero especulan que el cerebro puede utilizar el tiempo adicional para registrar la diferencia entre el movimiento ilusorio y el movimiento real, publica el medio. Debido a la similitud de percepción, suponen que al cerebro humano le sucede lo mismo, aunque necesitarán nuevas investigaciones para poder confirmar esta idea.
El estudio completo fue publicado en la revista Journal of Neuroscience.