Por Jorge I. Lagás
Una de la visitas más esperadas por un sector de la afición metalera nacional es la que por fin harán los noruegos Enslaved, con fechas en Chile para el 27 de marzo en Temuco (Casas Viejas) y el 28 en Santiago (Club Blondie). Lo hacen con la gira de promoción de su más reciente disco “E” de 2017 y con lo mejor de su carrera de más de 25 años, desde que partieron al alero del black metal escandinavo y luego fueron tomando caminos más ligados a la vanguardia y lo progresivo, siempre inspirados por la cultura vikinga de sus tierras natales.
Para saber más de este arribo, nos comunicamos con el baterista de la banda, Iver Sandøy. Acá están sus palabras:
-¿Cómo toman lo que será esta primera vez a este lado del mundo?
-Siempre es especial llegar a un nuevo lugar por primera vez, sabemos que hay muchos fans por allá y son particularmente apasionados por esto, así que las expectativas son muy buenas. Queremos ver qué es lo que pasa.
-Traen el disco “E”, un nuevo paso en su constante evolución. ¿Qué tan importante es para ustedes estar atravesando los límites de los estilos de música?
-Es algo muy estimulante, creo que los límites están hechos justamente para romperlos y cada vez que se hace algo así resulta muy interesante ver qué es lo que resulta, descubrir para dónde va la cosa, y así ir probando cada vez. Al final terminas haciendo tu propio camino y eso es lo mejor. No limitarte a ti mismo en un solo estilo y quedarte encerrado. De todos modos en Enslaved siempre se ha mantenido la base que es netamente metal. Lo que hacemos es traer un poco de Pink Floyd y King Crimson al metal.
-Enslaved partió como una banda cien por ciento black metal, que como sabemos es más que un estilo de música, es una ideología, una forma de pensar y de actuar, así que aunque musicalmente el grupo ha cambiado, ¿de qué forma crees que se mantiene esa raíz black en lo que hacen?
-Lo primero es que personalmente no estoy entre los fundadores del grupo que iniciaron todo esto desde el principio, pero mi interpretación de ese espíritu tiene que ver con la individualidad y desafiar los límites convencionales. Ese es el espíritu que he percibido que se mantiene desde el principio. Crear tus propias reglas y encontrar tu forma única de expresión.
-¿Qué tan difícil es eso de encontrar una expresión única? Para ponerlo en términos más aterrizados, ¿qué tan difícil es que una banda pueda desarrollar un estilo único que lo distinga de las otras miles de bandas que hay en el mundo tratando de hacer algo parecido?
-Por cierto que es muy difícil. Para mí, la clave es que no haya un plan detrás. Moverse más que nada por intuición. Es muy difícil crear algo único si estás desesperado por crear algo único. Eso es lo que lleva a autolimitarte, cuando empiezas a negarte a hacer cosas que crees que no son lo suficientemente únicas y originales. La cosa es no tener miedo a nada, ir probando cosas y ahí vas viendo qué funciona y qué no funciona.
-Una de las cosas más importantes en Enslaved es la inspiración en la cultura nórdica, que han podido mostrar al resto del mundo y así hemos podido aprender más de eso, superando la visión hollywoodense y caricaturesca de los vikingos que por años se nos ha mostrado a los países occidentales. ¿Cómo ves ese punto?
-Estamos realmente orgullosos de contribuir con un poco de luz a la historia, más allá de la versión estigmatizada que algunos han querido imponer. Se trata de tradiciones que todavía viven en Noruega y de alguna manera nos hemos vuelto embajadores de esta cultura para el resto. Lo bueno es que también podemos inspirar a otras personas a encontrar el orgullo por su propia cultura. Así es como lo veo.
-¿Qué futuros planes hay para la banda? ¿Algún material para este año?
-Queremos entrar al estudio este 2019 y seguramente habrá un nuevo álbum en 2020. Por ahora, lo más importante, por supuesto, es la gira latinoamericana. Vamos con todo.
Que así sea. Las entradas, tanto para Santiago como para Temuco, están a la venta por sistema Ticketek, a $25.000 en la capital y a $20.000 en la ciudad de la Araucanía.