La humorista no logró convencer al público de la Quinta Vergara con sus chistes. Comenzaron a pifiarla a los minutos de comenzar su rutina.
Por ADN.cl
Jani Dueñas fue la encargada del humor en la tercera noche del Festival de Viña 2019, quien subió al escenario luego de la exitosa actuación de Marc Anthony, pero no logró convencer al público.
El «monstruo» no tuvo piedad y comenzó a pifiarla a los pocos minutos que comenzó su rutina. Al principio, la abucheaban y muchos aplaudían entre medio, pero mientras pasaba el tiempo fueron gritos masivos para que bajara del escenario.
«Chao», «que se vaya para la casa», gritaba el público, lo que comenzó a poner más nerviosa a la comediante, que terminó diciendo frases que no agradaron al público como «los hombres están pasados de moda» o «contemos chistes de pene».
La humorista decidió enfrentarse al público preguntando «¿qué les pasa?, «no sean así», «están picados porque yo estoy tomando whisky y ustedes no», y finalmente diciendo «yo voy a seguir», desafiendo el pedido de la Quinta Vergara.
«No tengo a nadie para pedirle matrimonio», dijo la comediante dando a entender que eso sería más entretenido de ver y que arreglaría su rutina, aludiendo a la propuesta que hizo anoche Dino Gordillo a su pareja en el escenario.
Momentos antes de su salida
Pero a los 30 minutos de la rutina, los abucheos fueron masivos, lo que provocó que los animadores salieran a manejar la situación para su despedida del escenario.
La rutina de Jani Dueñas consistió en anécdotas animalistas, feministas, y de la vida cotidiana de la artista, cosas que no lograron hacer reír al público en general.
«No pensé que esto iba a pasar, me sorprenden» dijo la comediante al «monstruo», donde preguntó si estaban así porque querían ver a David Bisbal, a lo que el público gritó que sí en su mayoría.
«¿Decides continuar o quieres dejarlo hasta acá?», le preguntó Cárcamo a Dueñas, a lo que ella respondió: «no, estai loco, yo quiero que ustedes vean lo que ustedes vinieron a ver, yo me devuelvo al bar de donde vine, y sigo haciendo mi trabajo que es lo que siempre he hecho».
La rutina de Jani Dueñas duró exactamente 32 minutos antes de que se bajara del escenario, donde no quiso conversar de inmediato con la prensa.