Un estudiante de Bruselas falleció producto de una bacteria que se encontraba en los tallarines en descomposición.
Es común que los jóvenes no le presten mucha atención a su alimentación. Los adolescentes y estudiantes muchas veces pasan por alto la alimentación saludable, más cuando dejan la casa de sus padres para irse a estudiar solos.
Es en esas situaciones en que los estudiantes intentan salvar el día cocinando algo rápido o comiéndose las sobras del día anterior. Eso sí, aunque algunas sobras recalentadas pueden resultar muy sabrosas y más ricas que los platos recién preparados, lo cierto es que hay que tener precaución y estar atentos de que no se esté frente a alimentos descompuestos.
Algo que no tomó en cuenta un estudiante de 20 años que falleció luego de comerse un plato de tallarines que dejó a temperatura ambiente por cinco días.
El joven originario de Bruselas, Bélgica, había comido un poco de fideos con salsa de tomates y el resto lo dejó en un plato en la mesa de la cocina. A los cinco días decidió comerlo pero a las horas comenzó a sentir náuseas y fuertes dolores de cabeza. Terminó por acostarse con la esperanza de que al despertar se sentiría mejor.
A la mañana siguiente sus padres fueron a verlo a la habitación preocupados porque aún no se levantaba. Al llegar vieron que el joven había fallecido.
Aunque el caso ocurrió en 2008, fue reflotado por un canal de YouTube donde relata otros extraños casos . Los análisis posteriores a la muerte del joven determinaron que los tallarines tenían «cantidades significativas» de Bacillus cereus, una bacteria que causa envenenamiento por consumo.
El joven tenía grandes cantidades de esta toxina en el cuerpo, las que finalmente causaron que el hígado fallara al punto de provocarle la muerte.