Jiménez regresó a Chile el 2018 sin hacer mucho ruido y en menos de un año ha logrado lo que no pudo en casi 17 de carrera: reconocimiento.
Por Christian González, AS.com
Es singular lo que pasa con Luis Jiménez en Palestino. El mediapunta regresó a Chile el 2018 sin hacer mucho ruido y en menos de un año ha logrado lo que no pudo en casi 17 de carrera: reconocimiento.
El ‘Mago’ se fue siendo menor de edad a Italia (16) y en un periodo complejo del fútbol chileno (2001). El acceso a la información no era sencillo y muy poco se sabía de su rendimiento en Ternana. Eso conspiró en su cercanía con la Roja y en la valoración de los hinchas, que miraban como bicho raro a este joven que apenas había jugado en la Primera División del país.
Estuvo en la Sub 20 del 2003, junto a Valdivia, Bravo, Pinilla, Mark González, entre otros, y en la Copa América del 2004 con Juvenal Olmos, pero su mejor momento fue en las Eliminatorias a Alemania 2006. Marcó ante Venezuela y asistió a Marcelo Salas en el partido con Bolivia para que se convirtiera en el máximo goleador de la Selección.
Parecía que comenzaba la época del liderazgo de Jiménez. Nelson Acosta le entregó la capitanía en los amistosos de la Roja durante el 2006, pero todo cambió el 2007. No fue a la Copa América (se marginó por problemas personales) y Marcelo Bielsa lo dejó de considerar después del 0-3 ante Paraguay en el Nacional.
Y mientras se iniciaba la etapa de la generación dorada, el ‘Mago’ brillaba en Italia y se convertía en uno de los jugadores chilenos más importantes de Europa al fichar en el Inter de Milán (2007), después de buenas temporadas en la Lazio y Fiorentina.
Jiménez no destiñó al lado de figuras como Zlatan Ibrahimovic, Patrick Vieira y Javier Zanetti. José Mourinho lo tenía bien considerado, pero su conflicto con Ternana nunca le permitió asentarse en un cuadro de la Serie A.
El 2011, para liberarse de Ternana, dejó Italia y fichó en el Al Ahli de Emiratos Árabes. Ese mismo año fue su última nominación a la Roja. A partir de ahí, entró al anonimato de los jugadores chilenos en el extranjero, algo que se potenció por la cercanía que Jiménez había tenido con la farándula años atrás.
Siete años más tarde, con varios títulos bajo el brazo en Medio Oriente y el futuro económico asegurado, el ‘Mago’ volvió a su querido Palestino. Antes había tenido opciones de fichar en Universidad de Chile, pero en la U lo rechazaron por desconfiar de su nivel, el mismo club que intentó desesperadamente contratarlo en este inicio de año.
Y hasta ahora, el regreso de Jiménez ha sido todo un éxito. Fue campeón de Copa Chile y metió a los ‘árabes’ en la fase de grupos de la Copa Libertadores, con goles claves En Colombia ante Talleres.
Pero más importante aún, ha sido un éxito para el propio Jiménez, que a los 34 años encontró el reconocimiento de un medio futbolístico chileno que lo condenó después de que fuera desechado por Bielsa y que desarrollara su carrera a la sombra de la generación dorada, un reconocimiento justo para un jugador que si no fuera por la mano mafiosa de la Ternana, aún seguiría destacando en Italia.
¿Culpables? Ni a Jiménez le interesa buscarlos. Hoy disfruta su gran momento, ya muy lejos del anonimato.