Mundiales, sudamericanos, una Copa América y los Panamericanos 2023 alimentan la ilusión de Chile para recibir la competencia mundial de fútbol que se realizará el 2030.
Por AS.com
«Ya demostramos ser un gran organizador de torneos», es la frase con que Sebastián Moreno (ANFP) respaldó la candidatura de Chile para el Mundial 2030. Y es que el país se ha ganado la confianza con una serie de eventos deportivos que recibió en los últimos 11 años, y con uno que trabajará desde los próximos meses.
La primera cita deportiva de máxima envergadura fue el Mundial femenino Sub-20 del 2008 que se realizó en noviembre, y que terminó con Estados Unidos como campeón. En la previa de ese evento, el gobierno impulsó la primera etapa del proyecto ‘Red de Estadios Bicentenarios’: se remodelaron los estadios de Coquimbo, La Florida, Chillán y Temuco.
La inversión superó los 53 mil millones de pesos.
Tras eso, por iniciativa de Estado, Chile ha mejorado más de 20 estadios alrededor de todo el país, con un amplio gasto para Municipalidades, Gobiernos regionales e Instituto Nacional del Deporte.
El 2015 fue capaz de organizar la Copa América 2015 y el Mundial Sub 17. Entre los dos eventos se utilizaron estadios en Antofagasta, La Serena, Coquimbo, Viña del Mar, Valparaíso, Santiago, Rancagua, Concepción, Temuco y Puerto Montt, entre otros.
A eso se suman otros eventos como los Juegos Deportivos ‘Santiago 2014’, los Sudamericanos de fútbol Sub 17 2009 y 2017, el Sudamericano Sub 20 que se realizó este 2019, y los Juegos Panamericanos que se desarrollarán el 2023.
Este último tendrá una inversión de 399 millones de dólares, según explicó la ministra Pauline Kantor el año pasado. Esa cita deportiva dejará un legado en obras viales, transporte, aeropuerto y tecnología para TV, entre otras cosas, que dejarán a Chile más preparado para recibir la competencia más importante del mundo.