Hace poco menos de un mes que entró en vigencia la ley que prohibe al comercio entregar bolsas plásticas a los compradores, y como durante mucho tiempo vivimos rodeados de estas, encontramos en ellas una solución rápida a la hora de enfrenase a un problema casero. Acá nueve consejos que ayudarán a olvidar la existencia del material que tiene contaminado océanos y todo el planeta.
- Siempre lleva contigo una bolsa reutilizable. Esta es la regla de oro para la vida sin plástico.
- Busca contenedores de otros materiales como los envases de vidrio o metal para almacenar legumbres, nueces, harina y otros alimentos, así como también jabón, lavalozas o jabón liquido.
- Arma un kit para tus viajes con cubiertos de bambú y un plato especial y, sobre todo, evita ocupar servicios de plástico y mucho menos llevar bombillas.
- Comprar al por mayor es una buena actividad, sobre todo si llevas tus propios contendores.
- Adquirir productos de “segunda mano” es una alternativa excelente. Beth Terry, del blog My Plastic-free Life, sugiere adquirir productos de segunda mano en internet o una tienda de artículos usados. «Así no compro plásticos nuevos y también evito los empaques», dijo Terry.
- Reinicia los plásticos “buenos”, es decir, las botellas transparentes pueden servir como contenedores de yogurt o champú.
- El utilizar ropa de fibras naturales, es decir, las confeccionadas con algodón, lana, cáñamo o seda son ideales puesto que las hechas de fibra sintética contribuyen a la contaminación por microplasticos.
- Una de las fundadoras de “Life Without Plastic, Chantal Plamondon, explicó que «Fabricamos nuestra propia pasta dental con bicarbonato de sodio, aceite de coco y aceites esenciales», dijo. «Hacemos cremas corporales con aceite de coco y de macadamia».
- Y la ultima recomendación es que si tienes que decidir entre el plástico o nada, desde el punto de vista medioambiental es mejor no elegir nada, por favor.