La obra más famosa del artista noruego no era lo que creíamos, y ahora se ha revelado su verdadero sentido.
«El Grito» no es solo la obra más importante del artista noruego Edvard Munch, sino que una de las más representantivas del expresionismo. La pintura siempre ha estado rodeada de misterio, hasta ahora, que se ha revelado su verdadero sentido artístico.
Y esto ha terminado con un mito que mantuvo a los amantes del arte y a neófitos en el tema en un error durante 126 años. Y es que el Museo Británico ha revelado que en el cuadro no hay nadie gritando.
Según la institución, en realidad el cuadro no retrata a nadie gritando, sino más bien a alguien escuchando un grito, lo que queda demostrado en una litografía del cuadro realizada en blanco y negro por el autor, en el que además hay una inscripción donde se lee «sentí un gran grito en toda la naturaleza».
La curadora de la exposición dedicada a Munch, Giulia Bartrum, explicó al diario inglés The Telegraph que «esta rara versión de «El Grito» que estamos exhibiendo en el Museo Británico deja en claro que la obra de arte más famosa de Munch representa a una persona que escucha un grito y no, como muchas personas continúan asumiendo y debatiendo, a una persona que grita».
Durante años se ha hablado acerca de lo que sucede con el protagonista de la famosa pintura. Incluso el ex director del Museo Munch en Oslo, Gunnar Soerensen, trató de zanjar la discusión señalando que «podría ser un grito en la naturaleza o una persona que grita. Es una cuestión de interpretación».