La cinta número 21 del Universo cinematográfico de Marvel nos presenta a una nueva heroína y nos deja con ganas de más entregas en el futuro.
A estas alturas del partido, pareciera que el Universo Cinematográfico de Marvel es incapaz de generar alguna sorpresa. Con la fórmula aceitada por Kevin Feige en 11 años de películas, ya sabemos qué esperar de cada una de sus entregas. Es por esta razón que el sentarse en el cine para ver “Captain Marvel”, el debut del personaje en pantalla grande, te sorprende con más de un detalle y la hace un deleite para disfrutar en la pantalla más grande que puedas encontrar.
Ya son 3 años desde que Marvel Studios confirmó a Brie Larson en el rol de la Capitana Marvel y había dudas de cómo resultaría, las esperadas si nunca has visto al personaje en modo “live action”. Las dudas seguían después del primer tráiler y el camino se iba despejando con los adelantos posteriores, pero había algo que no quedaba claro. ¿Cómo calza Carol Danwers en el MCU? ¿Tendrá poder ilimitado como se nos había adelantado? ¿Tendrá tanto poder como para hacerle frente a Thanos en “Avengers: Endgame”?
Afortunadamente, la película da respuesta a todas esas interrogantes y te da mucho más, con ciertos detalles que hacen difícil ponerla en el top 5 de Marvel porque, sencillamente, ninguna película de origen te da el tiempo ni la estructura para sacarla de una fórmula ya probada y eficiente. Pedirle eso es un exceso que no es necesario, para eso basta ver los casos de Capitán América y Thor, que con 3 películas cada uno son sus secuelas las que hacen palidecer a su debut en el MCU. Acá debemos prepararnos para un relato que se sostiene y que te divierte, ya sea por el contraste de su lado cósmico con el terrenal como por los aires nostálgicos de una historia situada en 1995.
Sí, hay mucha música en “Captain Marvel”, y si te criaste como un adolescente en los 90, vas a amar su soundtrack, con cortes clásicos de chicas al frente como Garbage, Hole, No Doubt, Republica y hasta Heart conviven con Nirvana y R.E.M. en una cinta que respira grunge y guitarras y donde hasta Nine Inch Nails está presente en una polera y donde la estética noventera está presente desde el Blockbuster donde la Capitana Marvel se estrella en el primer adelanto hasta la conexión telefónica a Internet, los insumos de comunicaciones propios de la época y hasta el ritmo con el que avanza la trama, propio de las películas de esa década.
Una de las cosas que más brilla en “Captain Marvel” es la química que Danwers tiene con un joven Nick Fury. El trabajo del CGI para rejuvenecer a Samuel L. Jackson es impecable, tanto así que no te das cuenta si lo hicieron o no. Quizás esta es la primera película en que el agente de SHIELD que reclutó a los Vengadores luce en el transcurso de un relato completo y sacándolo del contexto de escenas post créditos. La dupla de verdad que saca chispas y matiza la épica del género con tintes de una “buddy movie”. Gracias a la interacción entre ambos.
Pero lo que queda para la posteridad de “Captain Marvel” es el mensaje del autodescubrimiento, uno siempre presente en estas películas de origen pero que acá logra llegar a cada uno de los que la vemos en el cine. El sentido de identificación es total en la película, y adquiere una connotación especial al ser estrenada en todo el mundo el Día de la Mujer, Marvel lo sabe y demuestra que conoce a su público en el mundo. Si “Black Panther” pone en la primera línea a la cultura africana, “Captain Marvel” lo hace con la mujer, su lugar en el mundo, su poder real y su voz única. Es un mensaje fuerte que no hay que dejar pasar en días como estos, y solo se puede lamentar que el MCU haya tenido que esperar a su cinta número 21 recién para representarlo en su franquicia.
Independiente de su par de escenas post créditos que no adelanto acá por spoilers, “Captain Marvel” se sostiene por sí sola y nos deja la promesa de ver el desarrollo íntegro de Carol Danwers en el futuro del MCU. De verdad que lo queremos así.
