Dice que se siente responsable por la muerte de niños debido al mal uso de su obra, pero se alegra de haber sido conocido mundialmente.
En estos términos, el creador de la tenebrosa escultura “Momo”, Keisuke Aiso, indicó que su obra fue destruida, por lo que su “maldición” también. De este modo, ya no acosaría con temor a tantos niños y adolescentes alrededor del planeta.
Según lo que comunicó el artista a The Sun, «ya no existe, nunca fue destinada para que durara. Estaba podrida y la tiré lejos”, y que sólo guardó el ojo izquierdo de la escultura para reutilizarlo en una siguiente creación.
El hombre de 46 años expresó sentirse responsable por la muerte de menores en diferentes países, debido al mal uso de imágenes de la escultura, cuyo nombre real era “Madre Pájaro” y fue exhibida en una galería de arte alternativa en Tokio, Japón.
Esta se utilizó para acosar a niños y adolescentes mediante de redes sociales como WhatsApp, donde presuntos hackers los extorsionaban con dañar a sus familias si estos no se autolesionaban, mientras en el intertanto, los malhechores robaban información personal. De este modo, varios pequeños sentían que eran perseguidos por un espíritu maligno del cual no habría escapatoria.
Entre las lamentables consecuencias, fue el registro del fallecimiento de tres menores en América Latina; dos en Colombia y uno en Argentina.