MALDITO ROCK AND ROLL

Primer día de Lollapalooza Chile 2019: Todos por la música

La tradición de marzo ha comenzado, y luce una variedad de estilos donde no prepondera ningún género en particular.

Hector Muñoz |

La tradición de marzo ha comenzado, y luce una variedad de estilos donde no prepondera ningún género en particular.

Por Diego Puebla
Fotos: Lotus Producciones

Comenzó el evento musical más masivo del año y que mayor convocatoria genera, en una tradición a estas alturas para marzo de cada año. Es el inicio de la novena versión que este año no prepondera en algún género en particular.

En la primera etapa de día viernes ya consumado, Lollapalooza Chile comenzó con el rock local de una promesa que está a paso firme de cumplir como banda nacional de exportación. Presentes en Mad Cool Festival de Madrid y ahora debutando en la filial chilena del invento de Perry Farrell –ganador de la Orden al Mérito Pablo Neruda este año – Frank’s White Canvas realizaron con Karin y Pancha Torés en guitarra más voces, además de la batería respectivamente un espectáculo intenso, original y llena de matices a pesar del número de integrantes, al no existir vacío alguno en su sonido.

Las muestras sonoras comenzaban a mezclarse mientras avanzaba el día. The Inspector Cluzo destacó de inmediato por su propuesta humorística, además de la presencia constante de improvisación según la energía del público. Los franceses apelando al dúo en una unión del blues, con garage o el funk entregaban esas postales de sorpresa para la masividad que no los conoce. Uno de los imperdibles por su perfomance en vivo en el primer día del evento, regalando innovación y espectáculo en clave de rock.

Avanza la tarde y Los Tres salieron a escena en un espectáculo ejecutado prácticamente de memoria. Con Titae y Álvaro como emblemas de la alineación histórica, “Torre de Babel” y “Amor Violento” formaron en la lista, siendo siempre indispensables, pero siendo predecibles en la creación del repertorio completo. Solo 15 minutos hicieron coincidir en el mismo festival a Henríquez y Parra, cuando tocaban al mismo tiempo en dispares bandas con el segundo sonando en Kidzapalooza con su agrupación Los Retornados. Ambos se saludaron amistosamente en un sector del parque.

Snow Patrol a eso de las 17:00 horas entregó la dosis necesaria de un rock alternativo tenue. Considerado como post-britpop, los irlandeses comenzaban a convocar públicos masivos a gran escala mientras ocurría todo normalmente en los otros proscenios. Sin destacar y con 25 años de historia, entregaron lo justo para la importancia horaria y el público poco exigente que asistía a la presentación.

Apelando al niño interior, Los Pulentos en Kidzapalooza quitó la inocencia necesaria para estos tipos de espectáculos donde los dibujos animados son los protagonistas de la situación. Con banda y nombrando a las caricaturas, personificados en cantantes reales eliminó de raíz el componente “mágico” de la ex serie de televisión.

Vicentico siguió en el plan diario. El argentino en una relación inquebrantable con el público nacional, desplegó con su banda en su versión “guitarrera” canciones de su carrera de solista y de los Cadillacs como “Basta de llamarme así”, que con su clásico tono de voz al borde de la desafinación lo convierte en un gran acompañante para festivales de todo tipo. La transversalidad de sus hits es un plus sin ninguna duda.

A las 19:00 horas con una gran audiencia, Greta Van Fleet realizaban su debut en el evento y su segundo show en Chile luego de lo mostrado en el Teatro Caupolicán el día anterior. Con solo “Anthem of the Peaceful Army” como único disco y denominados como el “relevo del rock”, o la comparación constante con Led Zeppelin son recurrentes categorías realizadas por la prensa que suman presión para una excelente banda en vivo. Enérgicos y con el potencial necesario para tomar un espacio en el rock, los jóvenes solo necesitan convocar seguidores con grandes himnos y probar con composiciones que además del virtuosismo, tienen la capacidad para acercar masas al cada vez más marginado rock clásico.

“When The Curtain Falls” o “Highway Tune” son parte de los siete cortes entregados por los estadounidenses, dejando un firme lazo con los chilenos que observaron y gustaron del conjunto del momento.

Cinco minutos pasados del tiempo inicial, entregaron el espacio auditivo a Lenny Kravitz que se asomaba en el escenario del frente. Solo dos canciones pudo interpretar cuando los problemas de sonido no dejaron avanzar, pequeños silencios interrumpían la pequeña presentación que realizó antes de abandonar el lugar y explicar que eran motivos técnicos.

Alrededor de treinta y cinco minutos el escenario “Banco de Chile” lució apagado a la espera del re-ingreso de Kravitz, que finalmente volvió para entregar el éxito “American Woman” de hace 20 años atrás. “Get Up, Stand Up” original de The Wailers marcó la poca capacidad de improvisación ante el impás, teniendo solo 30 minutos de show el cantante mantuvo la extrema tranquilidad demorándose en los traslados, con solos larguísimos entregando finalmente 5 canciones luego del problema. Incluso, bajó hasta la planta baja para realizar un paseo entre las barreras para pasar por el público antes de despedirse con “Are You Gonna Go My Way”, como una medida extrema de intentar conectar con un público que no logró enganchar con el artista, cuando estaba sobre el escenario.

De dulce y de agraz fue el viernes que convocó una gran cantidad de personas desde muy temprano, que sigue demostrando que Lollapalooza Chile es por excelencia el panorama perfecto para los que asistieron y entregaron todo por la música, independiente del género que éste sea…

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