Las declaraciones del DT tras la goleada recibida en el clásico ante Universidad Católica no cayeron bien en los jugadores. La forma en que llegó a la U sigue quitándole credibilidad.
Por AS.com
Sus días más complejos en mucho tiempo tanto en lo deportivo como en lo institucional vive Universidad de Chile, algo que también hace que las confianzas entre los integrantes del club estén más frágiles que nunca.
Y uno de los que ha perdido bastante piso tanto entre los directivos como dentro del plantel es el técnico Alfredo Arias. Las declaraciones que realizó tras la goleada 4-0 en contra en el clásico ante la UC, y que los dejó últimos en la tabla del Torneo de Primera División, no cayeron bien en algunos jugadores del equipo.
“(Hace) mucho tiempo que estaba en una cancha y no veía respuesta.Increíblemente cambiamos para poder protegernos mejor de dos extremos veloces y no nos ayudó. Fuimos más vulnerables aún», comentó tras la derrota el DT.
Más allá de que también dijo ser el principal responsable de la caída, en la U sienten que el técnico cayó preso de sus propias dudas, como por ejemplo, el insistir en jugar el partido ante los cruzados con línea de 3, el hecho de preparar un plan de trabajo hasta el viernes antes del partido, y variarlo a última hora por su propia desconfianza.
«Tomó decisiones que no se entendieron. Al final todo el mundo se dio cuenta de que era un error jugar con línea de tres ante la Católica menos él», comentan desde el club.
No hay perdón
«Lo que comienza mal…», dice una fuente al interior del club para explicar la situación actual de Alfredo Arias en la U. Al entrenador no le perdonan la forma como se gestó su llegada a la U, con mentira incluida de él y del gerente técnico Sabino Aguad.
«Hay jugadores que desde ese momento no confían en él por el hecho de haber negociado antes de que se fuera Kudelka, y más allá de haber mostrado algo de buen juego, tampoco entienden algunas sus decisiones ni de sus declaraciones», agrega.
Lo anterior se suma a la desconfianza que existe en el directorio transitorio en su gestión, más allá de que no tomarán ninguna determinación sobre su continuidad. La asamblea de inversionistas del próximo 22 de abril.