Se encuentra en el centro de la Vía Láctea tiene un radio de 22 millones de kilómetros.
Expectación mundial generó el anuncio de la primera fotografía de un agujero negro, revelad esta mañana y que tiene todos los ingredientes para convertirse en la noticia científica más importante del año.
En realidad se trata de dos agujeros negros. Uno se encuentra en el centro de la Vía Láctea y el otro en el centro de la galaxia M87, los que pondrán a prueba la teoría de la relatividad de Albert Einstein en un ambiente de gravedad extrema de un agujero negro supermasivo.
Aunque en ocasiones anteriores se había podido confirmar de manera indirecta a través de la detección de ondas gravitacionales, esta es la primera vez que se puede observar un agujero negro de forma directa. Sin embargo, si las observaciones no coincidieran con las predicciones, sería la primera «fisura» en la teoría de la relatividad desde que Einstein la formuló en 1915, según señala La Vanguardia.
El agujero negro de la Vía Láctea tiene un radio de 22 millones de kilómetros. Como se encuentra a una distancia de 26.000 años luz, su tamaño aparente en el cielo es tan pequeño como el que tendría una naranja situada en la superficie de la Luna.
Recordemos que un agujero negro es una región infinita del espacio en cuyo interior existe una concentración de masa lo suficientemente elevada y densa como para generar un campo gravitatorio tal que ninguna partícula material, ni siquiera la luz, puede escapar de ella.
Según han señalado los astrónomos, la imagen debería ser similar a una pequeña sombra iluminada desde atrás por radiación del centro galáctico.
«¡La verdad que estoy muy entusiasmado con ver esa imagen!», dice Daniel Holz, de la Universidad de Chicago.
«No es algo racional, porque yo sé que los números y la teoría ya han sido demostrados, ¡pero es emocionante tener finalmente una foto de primer plano, tan personal, de la cosa en sí!», agrega según señala La Nación de Argentina.
Debido a la magnitud de los agujeros negros, se necesitó un telescopio equivalente al tamaño de la Tierra. Para lograrlo, el consorcio EHT (iniciales en inglés de Telescopio del Horizonte de Sucesos), debió coordinar señales captadas por ocho radiotelescopios situados en Norteamérica, Sudamérica, Hawai, Europa y la Antártida.
«Esta tecnología puede abrir una nueva ventana en el estudio de la relatividad general (…), los procesos en la frontera de los agujeros negros, la existencia de horizontes de sucesos y la física fundamental de los agujeros negros», según señala un documento del consorcio EHT.