Puede ayudar a las personas que les cuesta dormir como también a los médicos a comprender el motivo del trastorno de sueño.
En diferentes poblaciones, del 3% al 42% de las personas sufren de insomnio. Este trastorno está asociado con diversas enfermedades cardiovasculares y neurodegenerativas, desde el Alzheimer hasta el trastorno depresivo mayor.
Para diagnosticar los trastornos de sueño se necesita el registro de los indicadores fisiológicos de una persona mientras duerme, entre estos, la frecuencia cardiaca, postura y movimientos respiratorios. Sin embargo, este proceso toma mucho tiempo y puede llegar a ser muy costoso, por lo que los expertos en el campo han desarrollado una importante alternativa para el estudio del sueño.
Se trata de Fijama, un pijama inteligente que tiene sensores que ayudan a rastrear los datos necesarios para hacer un diagnóstico correcto del sueño. Los sensores registran una presión constante con la que el sujeto presiona el colchón, e incluso se registran movimientos pequeños, como los latidos del corazón.
“Tuvimos que integrar elementos sensibles y fuentes de alimentación portátiles a la perfección en la ropa informal, al mismo tiempo que mantenemos el peso, la comodidad, la funcionalidad y la durabilidad de la ropa o tela familiar”, dijo Trisha L. Andrew, autora principal del estudio, y agregó: “También trabajamos con programadores e ingenieros eléctricos para procesar una gran cantidad de datos provenientes de los sensores. Para que al final tuviéramos información clara y comprensible”.
“Fijama”, como lo llaman los autores, ya ha sido probada en voluntarios y se verificó las lecturas de todos los sensores de manera independiente. Además, los desarrolladores han presentado una patente. Andrew espera que cuando finalicen las negociaciones con los fabricantes, los pijamas inteligentes estén a la venta en un plazo de dos años y costarán entre 100 y 200 dólares.
Actualmente, el equipo está trabajando para extender la tecnología a sensores electrónicos portátiles que detectan la marcha y envían información a un monitor para ayudar a prevenir caídas. Esta aplicación podría ser usada en entornos como hogares de ancianos y centros de retiro, dice Andrews.