Por Jorge I. Lagás
Este sábado 13 de abril en Santiago habrá una experiencia de música nacional en vivo fuera de lo común, donde el protagonista no es la voz ni la guitarra, sino el bajo eléctrico: el reconocido bajista nacional Mauricio Nader (Six Magics, Hidalgo, Claudio Cordero Trío, Alejandro Silva Power Cuarteto) dará un concierto especial como solista en la Sala SCD Mall Plaza Egaña, en que grabará un DVD y aprovechará de celebrar sus 4 años funcionando en solitario.
Nader ha publicado 10 discos como solista y ha hecho giras dentro y fuera del país, dedicado no sólo al rock, también a la música clásica y folclórica, de hecho uno de sus discos solista es la transcripción para bajo eléctrico de ‘Las cuatro estaciones’ de Vivaldi, siendo la primera vez en el mundo que se hizo algo así y que le valió una provechosa gira por Europa. Lo más reciente que tiene es ‘Our soul revealed’ de 2018, que también lo llevó a Europa y también recorrió Chile, totalizando más de 100 shows en la temporada.
Así que nos decidimos a hacerle algunas preguntas:
-Mauricio, ¿cómo ha sido el proceso de estos últimos años de dedicarte con todo a desarrollarte como solista?
-Empezó desde hace varios años, en paralelo a tocar con bandas de rock y metal, mayormente. Fue por una intención de tener mi propio proyecto y estar tocando sin depender de otros músicos, con el fin de posicionar el bajo eléctrico como instrumento solista de conciertos. Este último año ha sido toda una aventura, porque es un enfoque bastante diferente, comparado con una banda. Eres tú el que tiene que hacer todo, no sólo la música sino la gestión. Hay un equipo, pero soy yo el que está liderando. Hace un año estoy cien por ciento dedicado a tocar como solista.
– Te conocimos en bandas de rock y metal como Six Magics, Alejandro Silva Power Cuarteto, Hidalgo y Claudio Cordero Trío, ¿cuánto de esa formación como músico sigue estando presente en tu propuesta actual?
-No sé si en la sonoridad, pero sí en la forma de trabajar. Haber participado en esas bandas me ayudó mucho a formarme como músico profesional. El entrenamiento, esforzarse por alcanzar un nivel alto me ha permitido formar mi propio repertorio y tener la misma exigencia o más. Y me ha tenido muy contento, porque cada vez que uno empieza un desafío echa mano del bagaje que uno juntó estando en esas bandas. Hay harto de eso, en realidad.
-¿Cómo le explicarías a alguien que esto no es música sólo “para bajistas” o “para músicos”, que es el típico prejuicio que suele rondar, y que en realidad es para cualquier persona?
-Partiendo de la base de que tengo tres discos solistas editados y en cada uno de ellos no hay ningún solo de bajo. La música no está orientada mayormente a que la escuchen otros músicos o bajistas para analizar si es que hay componentes para desmenuzar. Son obras de otros compositores y mías que buscan provocar emociones en las personas que las escuchan, ya sea que tengan idea de música. Yo las llamo canciones donde el cantante es el bajo eléctrico. En todas las giras por Chile y Europa he podido advertir que el público lo recepciona muy bien y me dicen eso mismo, “oye, sabes qué, yo pensé que iba a estar escuchando solos todo el rato, pero me doy cuenta que haces verdaderas canciones orientadas al instrumento”. Es un tipo de música bienvenido para cualquier tipo de oído, no necesariamente entrenado como músico profesional. Así que bastante contento con eso.
– Haciendo un poco de historia personal, cuando eras chico y decidiste tocar un instrumento, ¿por qué el bajo? Les Claypool nos dijo hace poco que como tenía menos cuerdas, le pareció que sería más fácil y rápido aprender, jajaja.
-Jajaja no, en mi caso fue básicamente porque un día cuando tenía 12 ó 14 años, escuché y vi un video por primera vez de Iron Maiden. Ahí quedé fascinado con el bajo, con Steve Harris, con cómo tocaba, y dije “eso es lo que quiero tocar”. El paso siguiente fue comprar un bajo barato para empezar a practicar sin prácticamente saber nada. Empecé a buscar gente que me pudiera enseñar, el profesor de música del colegio o algunos amigos. En esa época no había la misma cantidad de información de ahora. Fue por eso y no por las cuerdas, jajaja, de hecho ahora toco un bajo de seis, en ese sentido estaría a la par con una guitarra. Todo ese inicio fue un momento bastante mágico que lo rescato, lo defiendo y lo aprecio mucho. Por eso escogí el instrumento.
-A las nuevas generaciones que están empezando a tocar bajo, ¿qué consejo les darías?
-Más que a los que están empezando en el bajo, sino más bien a los que están decidiéndose por una carrera musical de forma profesional: se necesita harta disciplina, trabajo y empuje. Pero si se da, las recompensas son inigualables. Ahí el futuro está totalmente abierto. Y en lo particular, a los que toman el bajo eléctrico como instrumento, como aficionado o profesional: es un instrumento fascinante, que no lleva más de 60 años de vida, a diferencia de lo que puede ser el piano u otros instrumentos de cuerda, así que todavía tiene mucho por ser explorado. Hay varios que lo estamos sacando del rol de acompañamiento y llevándolo a un rol de solista. Eso se ha dado harto en el jazz, pero en otros estilos no tanto. Los animo a que exploren el instrumento, vean todas las posibilidades que pueden encontrar. Y bueno, siempre es muy bienvenido un buen rol rítmico, que es para lo que el instrumento fue construido.
-Por último, una invitación al concierto.
Si se animan a vivir esta experiencia en vivo, las entradas están en sistema Eventrid.cl, sin recargo en boletería de salas SCD o al correo info@mauricionader.com.