La ‘megalopta genalis’ o abeja del sudor es sumamente pequeña y suele habitar zonas de Asia, Centro y Sur de América.
No es una película de terror, aunque bien podría serlo. En Taiwán, médicos descubrieron cuatro abejas que vivían dentro del ojo de una mujer y se alimentaban de su sudor y lágrimas.
La mujer sintió dolor en su ojo y fue al médico con el párpado hinchado. En la revisión los médicos quedaron sorprendidos al descubrir que la mujer tenía cuatro diminutas abejas alojadas en el globo ocular.
Según cuentan los medios internacionales, los insectos se habrían alojado en el ojo luego que la mujer limpiaba unas hierbas en un cementerio. Los médicos aseguran que las abejas podrían haberla matado.
Pero ¿cómo la mujer pudo vivir con las anejas sin tener mayores complicaciones? Según, el jefe de oftalmología del Hospital Universitario Fooyin, en el condado de Pingtung, el secreto fue no haberse frotado los ojos, a pesar de las molestias.
«Vi algo que parecían unas patas de insecto, así que las saqué bajo el microscopio lentamente, una por una, sin dañar sus cuerpos», señala.
Tal como indicaron los especialistas, estos insectos, conocidos como abejas del sudor, viven cerca de tumbas y árboles caídos.