Ben Speller viajó hasta Ámsterdam para ver partido entre el Ajax y el Totthenham por la Champions League. Sin embargo, se llevó una desagradable sorpresa.
Airbnb es una de las aplicaciones más populares a la hora de buscar alojamiento. Los hoteles lo ven como una amenaza ya que ofrece precios más económicos con opciones al alcance de cualquier bolsillo.
Sin embargo, en ocasiones los usuarios se han llevado desagradables sorpresas al constatar que lo ofrecido en el sitio web no está ni cerca con la realidad. Es lo que le ocurrió al británico Ben Speller, un fanático del fútbol que viajó hasta Ámsterdam para ver partido entre el Ajax y el Totthenham por la Champions League.
El aviso en el sitio decía «casa limpia con baño privado» por 150 dólares, sin embargo, al llegar a la capital de los Países Bajos se encontró con que la vivienda en realidad era un contenedor en medio de la carretera.
Al llegar a Ámsterdam, Speller tomó un taxi para que lo llevara a la dirección que indicaba el aviso. Pasó varias veces por el lugar y no lograba encontrar la casa. Lo único que había era un contenedor gris al lado del camino, según señala Gizmodo.
«El taxista y yo pensamos ‘esto no puede ser»», dice el hombre quien finalmente se bajó del taxi sin todavía creer que la «casa limpia con baño privado» era ese frío contenedor. Pero sí, efectivamente era ese pedazo de metal el que había alquilado. En su interior había tres colchonetas y un baño químico.
«Abrimos la puerta y miramos dentro, cerramos la puerta y salimos. Luego el taxista me llevó a un hotel», dijo Speller a medios locales.
El desafortunado sujeto pidió que se le devolviera el dinero que había depositado. Como el dueño del contenedor se rehusó, finalmente la compañía le devolvió el dinero.