Los efectos son inmediatos donde hay mejoras en la circulación sanguínea y aumento de la sensibilidad.
Este 31 de mayo la Organización Mundial de la Salud (OMS) celebra el Día Mundial Sin Tabaco, una campaña anual para concienciar sobre los efectos nocivos y letales de fumar y la exposición al humo de tabaco ajeno.
Según las cifras, ocho millones de personas mueren al año producto del tabaco, es decir, el cigarrillo mata a una persona cada 4 segundos. De ahí la importancia para la OMS de concientizar sobre lo dañino y letal que puede resultar.
Nunca es demasiado tarde para dejar de fumar, dice la OMS, por lo que aquí dejamos algunos de los cambios que ocurren en el cuerpo cuando se deja el cigarrillo.
A los 20 minutos
El funcionamiento del corazón se normaliza. Se restablecen los capilares y la red vascular. Mejora la circulación sanguínea y aumenta la sensibilidad de los dedos de manos y piernas. Esto es porque el subidón de nicotina, que funciona a la vez como anestesiante y estimulante, comienza a dejar de hacer efecto.
12 horas
Se reduce el nivel de monóxido de carbono en la sangre mientras que el nivel de oxígeno aumenta. La composición de la sangre se normaliza. Esto es una consecuencia normal de que hemos dejado de inhalar humo.
De 2 semanas a 3 meses
El riesgo de paro cardíaco se reduce. Desaparecen los síntomas de la adicción. Se mejora la circulación sanguínea en los vasos periféricos. Se regenera el tejido pulmonar y el funcionamiento de los pulmones mejora considerablemente. En otras palabras, no debemos temer a la enfisema, amigos.
De 1 a 9 meses
Se reduce la tos y falta de aliento. Esto no sucede de inmediato, ya que los pulmones requieren tiempo para eliminar las sustancias nocivas acumuladas. El cuerpo es sabio y ejerce su propia desintoxicación.
1 año
Desaparece la demanda de tabaco. La piel adquiere un tono saludable y elasticidad. El riesgo de enfermedad cardíaca coronaria se reduce en un 50%.
Algunos datos para que tengan en cuenta los fumadores antes de encender el próximo cigarrillo.