Se trata del pasapelotas Oakley Cannonier, quien le lanzó el balón a Trent Alexander–Arnold para el tiro libre que terminó en el cuarto gol del cuadro inglés.
Una verdadera hazaña fue lo que logró el Liverpool la noche del martes al vencer por 4-0 al FC Barcelona en el partido de vuelta de la primera semifinal de la Campions League.
Tras caer 0-3 en el partido de ida en el Camp Nou, los dirigidos por Jürgen Klopp tenían una tarea titánica en Anfield, ya que estaban obligados a convertir cuatro tantos para pasar a la final. Sin embargo, el club inglés salió con todo desde el primer minuto, sorprendiendo a un Barcelona que se sentía tranquilo con un pie dentro de la final.
La locura total se desató con el cuarto y último gol de «Los Reds», marcado por Divock Origi tras un tiro libre de Trent Alexander–Arnold, quien aprovechó un momento de distracción de la defensa del Barcelona para mandar el centro.
Aunque el propio lateral reconoció que el tiro «fue simplemente instintivo», lo cierto es que no todo fue producto del azar, ya que según señala The Independent, a los jugadores del Liverpool se les había informado que los del Barcelona se distraían con facilidad.
Los analistas de video del club inglés se percataron que los jugadores culés se distraían antes de la reanudación del juego «sin importar si era un tiro libre o un lateral».
La información llegó a oídos de Jurgen Klopp, el que se la traspasó a Carl Lancaster, quien trabaja en las inferiores de club, además de coordinar a a los pasapelotas.
Lancaster le dijo a los pasapelotas que estuvieran atentos y que entregaran lo más rápido posible los balones a los jugadores del Liverpool. Uno de estos jóvenes era Oakley Cannonier, quien se tomó al pie de la letra la instrucción de su superior.
Fue precisamente Cannonier el encargado de darle el balón a Trent Alexander–Arnold en el tiro libre que finalmente se convirtió en gol. Mientras la defensa del Barcelona estaba distraída, el joven ya estaba lanzando el balón al lateral, quien al ver la oportunidad no dudó y mandó la pelota al centro del área.
Gracias a lo hecho por Cannonier, muchos ahora al joven pasapelota como el héroe que permitió la clasificación del Liverpool a la final de la Champions.
