La brecha en el juego es amplia entre ambos, aunque no deja de ser un partido de fútbol con todo lo que esto implica.
Por Pablo Ortega, As.com
Cada vez que vuelven a medirse Colo Colo y Universidad de Chile en una nueva edición del Superclásico del fútbol chileno nos enfrentamos a la misma palabrería de siempre. Esta ocasión no ha sido distinta, con los azules sorprendentemente como colistas del Torneo Nacional y el cuadro albo logrando una cifra importante de puntos en la agonía de los partidos.
En medio de todas las frases hechas que se pronuncian, y a raíz del contexto futbolístico en el que se desenvuelven ambos equipos, una de estas expresiones ha logrado mayor vigor: «El Superclásico es un partido aparte». Por lo mal que lo están pasando los azules, sin duda que la frase exhibe mayor repetitividad en su bando.
Pero como todas las otras frases cliché, este enunciado ahora es más el gran anhelo de un escenario posible que una conyuntura que pueda ocurrir para la U este sábado, desde las 12:00 horas, en el Estadio Nacional. El cuadro dirigido por Alfredo Ariasexhibe falencias futbolísticas importantes y los 8 puntos en la tabla, de 36 unidades posibles en las 12 fechas del campeonato, no son casualidad.
Los azules son vulnerables en defensa. Lo dejó en claro Fernando Cornejo al anotar el empate de Coquimbo en el Nacional, tras ingresar por el centro de la zaga solo con una conducción agresiva sin el más mínimo obstáculo. Y eso que antes Jonathan Benítez había hecho lo mismo, desde la izquierda hacia el centro, pero falló en el finiquito de la acción.
El cuadro universitario también flaquea en ofensiva. Dilapida opciones claras de gol. Así también sucedió en la fecha pasada contra Coquimbo, ante el escenario de haber marcado, en el ida y vuelta del partido, el gol del triunfo.
Como enfrente estará Colo Colo, el cliché indica que, de un plumazo, esas falencias desaparecerán en la U. Sin embargo, la idea no posee ningún sustento futbolístico: frente a la contingencia de un nuevo duelo, un equipo que en 12 jornadas no ha jugado bien es muy probable que repita los mismos parámetros deficientes de comportamiento táctico. Salvo que sea el inicio de la remontada, pero esto solo el tiempo después lo indicará.
Algunos dirán que el aspecto motivacional es una variable que no debe desconsiderarse en este tipo de enfrentamientos. Totalmente de acuerdo. La dimensión psicológica es crucial en el fútbol. ¿Pero la U ha demostrado en 2019 ser una escuadra ‘fuerte de cabeza’? ¿Acaso en algunos duelos no partió como ‘avión’, se fue quedando y, tras una o dos anotaciones del rival, el equipo se descompensó anímicamente?
El fútbol se inserta en el ámbito de los deportes calificados como situacionales, cuyo accionar se encuentra fuertemente regido por la incertidumbre. De pronto sorprende con sucesos inesperados, fuera de la lógica pura, que descolocan, pues no calzan con los antecedentes previos. La semana pasada, Liverpool y Tottenham lo dejaron de manifiesto en la Champions League. Ayer, el Leeds de Marcelo Bielsa,que cayó estrepitosamente ante un rival ‘inferior’.
Sin embargo, este rasgo no debe invalidar los análisis previos, que se nutren de las regularidades futbolísticas evidenciadas por los equipos en la antesala de corto o mediano plazo al enfrentamiento. Así sucede hoy en la víspera del Universidad de Chile-Colo Colo, el choque entre el último y la escuadra sublíder del torneo. La brecha en el juego es amplia entre ambos, aunque no deja de ser un partido de fútbol con todo lo que esto implica.