El análisis realizado en Stanford propone que participar en el videojuego a temprana edad, logra activar una capacidad especial dentro del sistema neuronal.
Un estudio realizado por la Universidad de Stanford, en Estados Unidos, identificó que las personas que jugaron Pokémon durante su infancia desarrollaron una habilidad única en su cerebro.
La investigación realizada por el neurocientífico Jesse Gomez y la profesora de psicología Kalanit Grill-Spector, propone que el videojuego activa células cerebrales dedicadas a reconocer y ordenar a todas estas criaturas.
Sin embargo, ese desarrollo no se queda ahí, debido a que las células albergadas en el lóbulo temporal persisten en la persona hasta la edad adulta y realizan este proceso con otras imágenes.
En palabras de Gomez, la «región Pokémon» está muy involucrada con la corteza visual humana de alto nivel y que tienen relación directa con el reconocimiento de palabras y caras. Esto se debe a que trabaja con un punto muy preciso y exacto de la retina humana.
Por lo tanto, las personas que jugaron a ser maestros pokémon en su infancia reaccionan a un estímulo visual de distinta forma que el resto y poseen una mejor organización de sus conocimientos iconográficos.
El estudio se realizó entre adultos que jugaron durante su infancia al videojuego y otros que no. El resultado fue favorable para todos quienes jugaron la propuesta de Nintendo, mientras que el otro grupo no poseen esta cualidad.
Gomez calificó el análisis como prometedor, debido a que entender esta forma de organizar la mente y cómo se relaciona con la retina, podría ayudar a enfrentar la dislexia o la ceguera.