Repasamos la más reciente entrega de la legendaria franquicia de pelea.
Por Víctor Monje
El pasado martes 30 de abril, las tiendas de videojuegos se paralizaron al anunciar que nuevamente se daba inicio al combate mortal, ya que a pesar de todo de muchas críticas (pienso que algunas son de amargos), esta entrega de peleas llega a decir que se corona a ser la mejor del año en su género.
Esta franquicia nació en 1992 con una primera entrega revolucionaria para los fighting games. Creada por Ed Boon y John Tobias. El éxito fue avasallador, ya que su estilo 2D mucho más real que su competencia, le hizo ser distinto y por ende imitado, pero jamás igualado. En este 2019, su undécima entrega a manos de Warner Bros. Interactive y NetherRealm Studios, sigue manteniendo una esencia base de lo visto en 1992, plasmado en lo que requieren los jugadores, en especial los competitivos.
Modalidades de juego tiene varias, el clásico versus, 1 player contra la máquina, luchas online, customizar, coleccionar, modo historia, práctica, torres y más.
En el modo torres, hay el clásico tipo arcade en el que puedes jugar varias peleas hasta llegar al jefe final y las del tiempo, en la que puedes luchar ante varios enemigos para obtener ítems.
Una clave en cada MK es la historia, algo que en esta entrega no desentona, aunque la encuentro corta, terminable en pocas horas de juego (12 capítulos), con una historia bastante adictiva. Además, que hay importancia en los personajes con los que uno disputa combates. Acerca de ello, la carga es corta, no hay mucha espera entre cada episodio. Son 4 peleas por arco y en algunos casos, debes elegir entre dos peleadores. Ej: Scorpion y Sub-Zero.
No escribiré spoiler alguno de la trama central, ya que es como EJE, debes vivirlo.
El control sigue igual que la entrega anterior, manteniendo dos botones de combo, dos de patada, uno de agarre, bloqueo y dos con los que realizas el Fatal Blow, la gran secuencia de gore que presenta MK 11 (Sólo se puede efectuar una vez en toda la partida).
Acerca de los fatalities, viene uno por cada personaje y debemos desbloquear un segundo en el modo de juego llamado “Krypt” o “La Cripta”, modo en el que visitamos la isla de Shang Tsung, lugar que, con monedas, almas y corazones, obtenemos diversas cosas que nos ayudarán a customizar o crear nuestro personaje perfecto (Como en Injustice 2).
Recomiendo jugar los tutoriales para sacar aún más ítems y aprender todos los movimientos.
En gráficos, MK 11 supera a su antecesor (No con creces), con movimientos bastante fluidos, detalles que se notan bastante bien (el entorno de los escenarios). Con los peleadores hay un trabajo de desarrollo y voz bien profundo (Ronda Rousey es Sonya Blade), aunque con varios trolleos en redes sociales a diversos aspectos de los personajes (y otros aspectos). La gráfica y fps no se ven y corren igual en las diversas modalidades de este juego.
Aquí encontrarás fatalities, brutalities y Mercy (El mismo de MK3).
La música es importante en todo Mortal Kombat, ya que sus sonidos, las canciones y todo está sumamente conectado porque efectivamente busca que uno se conecte directamente con un juego que tiene tintes de película. Además, todo suena, cada golpe, las roturas y bloqueos.
Acerca de aspectos bajos, complica un poco la jugabilidad para alguien no familiarizado con lo que viene haciendo MK desde su edición IX (La de PS3 y Xbox 360), ya que es un poco compleja. Y otra que podría molestar es que a veces se cae el server de juego, lo que implica reiniciar el título. Hubo también una polémica con las “microtransacciones”, pero los desarrolladores lanzaron una solución parche para calmar las críticas.
Mortal Kombat 11 está disponible para PS4, Xbox One, PC y Nintendo Switch.
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