«Le dijeron a mi esposo que tendría una hora con ella y que luego moriría», dijo la madre de la niña que nació a las 23 semanas de gestación.
Saybie nació en diciembre pesando a penas 245 gramos y midiendo 23 centímetros, convirtiéndose así en el bebé más pequeño del mundo.
«Le dijeron a mi esposo que tendría una hora con ella y que luego moriría», dijo la madre de la menor que nació a las 23 semanas de gestación.
Pero esa hora se convirtió en dos, y esas dos en un día, y luego en una semana. La pequeña estuvo cinco meses en cuidados intensivos del Sharp Mary Birch Hospital for Women & Newborns (California) por el riesgo de que no sobreviviera.
Los bebés que son «micro prematuros», es decir, que nacen con menos de 28 semanas de gestación, corren el riesgo de sufrir hemorragias cerebrales y problemas pulmonares y cardíacos, por lo que sus posibilidades de sobrevivir son escasas.
«Fue el día más aterrador de mi vida», reconoce su madre quien le repetía a los médicos que «no va a sobrevivir, tiene apenas 23 semanas»-
Sin embargo, contra todo pronóstico Saybie sobrevivió y esta semana fue dada de alta pesando 2.26 kg y 40 cm de estatura. «Es un milagro, sin duda», dijo Kim Norby, una de las enfermeras del hospital.
De esta forma, Saybie se convierte en la bebé más pequeña del mundo según un registro que lleva la Universidad de Iowa.