En cuanto se colocó frente al volante y mientras el dueño aún no se subía al auto, aceleró a fondo perdiéndose de vista en cosa de segundos.
Tener un Ferrari o por lo menos conducirlo es el sueño de millones de amantes de los autos deportivos. Un privilegio que solo han podido tener algunos, mientras que la mayoría se tiene que conformar con mirar desde lejos.
Pero una cosa es ser un fanático de los deportivos y otra muy distinta es hacer todo lo posible para conseguir uno, como por ejemplo, robándolo. Es lo que ocurrió con un hombre en Alemania que se hizo pasar por un comprador y terminó robándose un Ferrari.
El hecho ocurrió en la ciudad de Dusseldorf, donde un sujeto respondió a un anuncio de venta de un Ferrari 288 GTO del año 1985, valorado en 2 millones de euros, según señala Deutsche Welle.
Todo iba normal hasta que acordaron intercambiar de asientos para que el supuesto comprador pudiera conducir el deportivo. Sin embargo, en cuanto se colocó frente al volante y mientras el dueño aún no se subía al auto, aceleró a fondo perdiéndose de vista en cosa de segundos.
Horas más tarde el Ferrari fue hallado en un garaje en el área de Dusseldorf, sin embargo, aún no se ha podido dar con el paradero del ladrón. Lo curioso es que ese deportivo perteneció a Eddie Irvine, expiloto británico de Fórmula 1.