Una pareja de jubilados en la isla de Oleron en Francia decidieron recurrir a la justicia por los ruidos molestos del ave.
Un insólito caso se ha dado a conocer en una isla francesa donde un gallo será llevado a juicio por cantar demasiado temprano y molestar a sus vecinos de su granja.
Se trata de Maurice, el que iba a ser sentado en el banquillo de los acusados este jueves en un tribunal de Rochefort, en la isla de Oleron. Sin embargo, el juicio fue aplazado hasta el 4 de julio para intentar que las dos partes litigantes lleguen a un acuerdo, según señala El País.
El gallo lleva 35 años cacareando al alba, pero a una pareja de jubilados les colmó la paciencia y decidieron ir a juicio para resolver el problema. Por su parte, Corine Fesseau, la dueña del ave asegura que ha intentado llegar a acuerdo con los demandantes, sin embargo, su abogado ha señalado que «no fue posible ninguna conciliación».
Además, la dueña de Maurice alega que sus vecinos casi no viven en el lugar. «Vienen solo dos veces al año a la isla», dice Fesseau.
El curioso conflicto ha abierto un debate en Francia sobre lo que se ha llamado turismo rural. «Hoy denuncian el cacareo, y mañana ¿qué será? ¿Las gaviotas? ¿El ruido del viento? ¿Nuestros acentos?», ha dicho el alcalde de Saint Pierre de Oleron, Christophe Sueur, quien cuestiona la prohibición de aspectos que son propios de la naturaleza y el mundo rural.
Por su parte, Vincent Huberdeau, abogado de la parte demandante, asegura que sus clientes escribieron al alcalde para encontrar un arreglo amistoso. «Buscaron una conciliación. Piden paz y tranquilidad (…) Sólo quieren que encierren al gallo durante la noche. Es una urbanización, no estamos en medio del campo», señaló.