Dolió la derrota contra Uruguay.
Por Pablo Ortega, As.com
Dolió la derrota contra Uruguay. No fue un mal partido de Chile en el Estadio Maracaná, por el cierre del Grupo C de la Copa América. La escuadra nacional dominó por largos pasajes, con circulación fluida y vertical del balón, aunque las opciones de gol no fueron numerosas. Y en esta última faceta estuvo la falencia de la Roja: por momentos, a Eduardo Vargas se le vio excesivamente solo en ofensiva.
Reinaldo Rueda no solo sorprendió por no alinear a Mauricio Isla, Jean Beausejour, Arturo Vidal y José Pedro Fuenzalida ante los uruguayos. El DT colombiano también sorprendió por el cambio de sistema de juego implementado en Río de Janeiro, pasando del 1-4-1-2-3 en los duelos iniciales contra Japón y Ecuador al esquema posicional 1-3-3-2-2, lo que impactó en el ataque nacional.
Isla, Beausejour y Vidal registraban una tarjeta amarilla y corrían el riesgo de recibir la segunda amonestación, so riesgo de quedar marginados del partido de cuartos de final contra Colombia. La exclusión del ‘Chapa’ Fuenzalida obedeció a una razón de índole táctica esgrimida en la cancha por Rueda: optó por una dupla ofensiva, conformada por Vargas y Sánchez.
Sin embargo, en rigor Chile solo atacó con un hombre neto y este únicamente fue el delantero de Tigres de México. Ante Uruguay, Alexis volvió a retroceder algunos metros en la cancha, durante el inicio de cada maniobra ofensiva, para recibir el balón en posición más libre y desde ahí asistir a los hombres ubicados en ataque. Algo parecido a épocas de inconsistencia futbolística de la Roja, cuando el tocopillano intentó cumplir el rol ’10’ y la cosa no funcionó correctamente. Después vino el bicampeonato de América y parece que ya nadie se acuerda de eso.
Lo concreto es que, con Sánchez asumiendo el rol de un volante ofensivo, pucha que se echó de menos la presencia de Vidal, Isla y Beausejour en Chile. Con el hombre del Barcelona en la cancha, para nada Vargas habría quedado tan solitario en algunos momentos. Al contrario, el diseño del ataque era propicio para el ex colocolino, con casi toda el área penal rival desocupada para aparecer por sorpresa y marcar presencia en ofensiva, capturando un segundo balón o irrumpiendo con un cabezazo de su estilo.
Con Isla y Beausejour pasó algo parecido. Paulo Díaz y Óscar Opazo hicieron bien la pega en el Maracaná. Sobre todo defensivamente, cuando Cavani y Suárez se fijaron en el doble ‘9’ y De Arrascaeta y Lodeiro se sumaron al ataque charrúa, formando una línea ofensiva con cuatro integrantes. Ahí ambos estuvieron acertados para que la defensa chilena fuera de cinco y aguantara a pie firme el peligroso ataque de los uruguayos. Pero cuando Chile tuvo el balón ahí sí que se extrañaron a los titulares.
Respaldado por Gary Medel en la posición de central derecho, Isla habría tenido tiempo y espacio de sobra para hacer lo que mejor realiza: sumarse al ataque por el sector derecho. Central neto, Díaz se proyectó en la medida de sus posibilidades y que haya estado a punto de anotar mediante un cabezazo dejó de manifiesto que su actuación fue de buen nivel. Con Isla en esa posición ante Colombia, el aspecto del equipo cambiará ostensiblemente, sobre todo para Vargas, quien podrá contar con un preciso asistidor desde la derecha.
Por el otro flanco del ataque chileno pasará exactamente lo mismo. A diferencia de Isla, un habilitador con envíos cortos desde adentro del área penal, Beausejour es más que todo un ‘centrador’ desde la izquierda. Opazo realizó solo un centro con peligro, que fue desviado por un zaguero celeste y luego cabeceó Díaz en la opción de gol mas clara de la Roja. Sin embargo, fue insuficiente. Los envíos deben ser permanentes, como regularmente lo hace el lateral de la U, con potencia, comba y ubicación precisas.
Lo bueno de todo esto es que Chile, en absoluto, se vio desacomodado con el nuevo sistema que implementó Rueda. Por el contrario, en instantes quedó la sensación de que la cosa en la cancha marchaba muy bien y que con el regreso de tres de los cuatro ausentes el panorama sin duda puede ser mejor. En especial, en cuanto a la continuidad de juego, alargando los momentos de dominación sobre el rival, y sin aislar a Vargas, falencia que Isla, Beausejour y Vidal, con toda seguridad, van a eliminar.