El parlamento francés aprobó una ley que prohíbe los castigos físicos a menores en casa y los colegios.
Los niños ahora están más protegidos en Francia. Es que este martes, el parlamento galo aprobó una ley que prohíbe la violencia física y psicológica hacia los menores, con la que se pretende evitar que los padres peguen a sus hijos. La advertencia será leída en las bodas.
Desde ahora en adelante, en los matrimonios franceses, el encargado de casar a una pareja les señalará que «la autoridad parental se ejerce sin violencia física o psicológica». Además, esa misma frase aparecerá en la primera página del carné sanitario de los menores.
Según los autores de la proposición legislativa, un 87% de los niños son objeto de «prácticas punitivas y coercitivas» que utilizan sus padres con un argumento «educativo», recoge 20 Minutos.
Esta nueva ley pretende constituir una base legal necesaria para poner en marcha campañas de información. «Nada es más falso que la idea de que las violencias educativas ordinarias forjan el carácter», dijo el secretario de Estado, Adrien Taquet, partidario de una «educación benevolente» y de la «igualdad de derechos para niños y adultos».
En cambio, el senador de Les Républicains Pascale Gruny criticó la ley: «¿Qué gestos entran en el cuadro de la violencia, qué se tolera? La redacción no está clara. Los franceses están cansados de que el Estado les diga cómo tienen que educar a sus hijos», aseguró.