Los vestigios del animal, que vivió hace 19 millones de años, fueron descubiertos en Nueva Zelanda.
Investigadores hallaron los restos del que sería el loro más grande del mundo, que medía un metro de alto y pesaba 7 kilos. El hallazgo del animal, que vivió hace 19 millones de años, se hizo en Nueva Zelanza, un lugar conocido por sus aves gigantes prehistóricas.
El loro extinto fue bautizado con el nombre de Heracles inexpectatus, en alusión al dios-héroe de la mitología griega (Hércules, en la romana) de extraordinaria fuerza, y por lo inesperado del hallazgo, según un comunicado de la Universidad de Nueva Gales del Sur (UNSW), con sede en Sídney, Australia.
«Heracles, al ser el loro más grande, sin duda tuvo un enorme pico que podía abrir de par en par lo que se le antojara, y puede que se alimentara con algo más que comida convencional para loros, incluidos otros loros», dijo Mike Archer, de la UNSW.
Al estar en lo alto de la cadena alimenticia, el loro pudo haber desarrollado una dieta muy variada que iba más allá de las frutas, dijo Archer, que puso como ejemplo a los loros keas neozelandeses, de 48 centímetros, que «desarrollaron un gusto por las ovejas desde que fueron introducidas por los colonos europeos en 1773».
Los expertos señalaron, sin embargo, que hace 20 millones de años no había grandes mamíferos en Nueva Zelanda y que, como la mayoría de los loros, probablemente Heracles se alimentaba principalmente de plantas, recoge El Periódico.
El loro gigante vivió en un bosque subtropical rico y diverso con muchas especies de palmeras y laureles que, «sin duda proporcionaba una rica variedad de fruta importante en la dieta del Heracles y otros loros y palomas con las que convivía», dijo Suzanne Hand, de la UNSW.
Heracles fue descubierto cerca de la localidad de St Bathans, en el extremo meridional de la Isla Sur neozelandesa entre fósiles que datan de hace 19 millones de años.