Colo Colo no juega como juegan los equipos de Mario Salas. Bien o mal, sus equipos eran verticales, ofensivos, arriesgados. Este Cacique es poco profundo, no genera muchas ocasiones de gol y se desploma tras el primer golpe.
Por Cristian Arcos, As.com
Después del receso por la Copa América, Colo Colo ha jugado tres partidos. De los nueve puntos en cancha logró solo uno, el empate sin goles frente a Everton en el Monumental. Los otros dos fueron derrota ante Curicó Unido en Pedreros por la mínima, idéntico marcador ante O’Higgins en El Teniente. Cero gol a favor. Sigue segundo en la tabla de posiciones, pero cada vez más lejos de la Universidad Católica, el líder. Lejos en los números y lejos en lo futbolístico.
Colo Colo perdió el rumbo de juego, aunque para ser totalmente francos, este año no ha mostrado un rendimiento sostenido. Tuvo buenos pasajes el primer semestre. Ganó varios partidos con justicia, pero el regreso post torneo continental ha sido menos que discreto. Ante O’Higgins, por ejemplo, el Cacique no registró ninguna ocasión clara de gol. El arquero de los celestes, Luis Ureta, tuvo una jornada tranquila. Ante Curicó Unido llegó a portería contraria, pero lo perdió con justicia. Contra Everton tuvo chances, pero no fue superior a los ruleteros.
El cuadro albo perdió un futbolista clave con la salida de Esteban Pavez. Su reemplazante natural, aunque tienen características de juego distintas, era Carlos Carmona, quien se lesionó en el segundo partido. Se quedó sin marca, recuperación y equilibrio en el medio. Gabriel Costa fue una apuesta del DT y no ha resultado.Las opciones ya han sido demasiadas para el uruguayo-peruano que, sencillamente, no responde.
Pero en Colo Colo hay otro problema, que a esta altura es deportivo y político. Porque no es fácil sacar de la titularidad o del plantel a los jugadores históricos, en ninguna parte, lo que se amplifica en los equipos grandes. Se confunde el respeto enorme que se tiene por sus carreras con lo que necesita el equipo o, en este caso, el entrenador de turno. Colo Colo no juega como juegan los equipos de Mario Salas. Bien o mal, sus equipos eran verticales, ofensivos, arriesgados. Este Cacique es poco profundo, no genera muchas ocasiones de gol y se desploma tras el primer golpe. Del estilo Salas se mantiene un dibujo táctico. ¿Tiene Colo Colo los jugadores para mantener tres atacantes? ¿Tiene externos que hagan daño por los costados? ¿Tiene un referente de área que juega bien con y sin balón? ¿Tiene laterales que hacen la banda completa? ¿Tienen volantes mixtos que marcan, salen y se atreven desde afuera? ¿Tiene centrales rápidos que son confiables en el mano a mano? Porque los equipos de Mario Salas siempre tenían esas características. Este Colo Colo está muy lejos de eso.
Es verdad que jugadores como Esteban Paredes, Jaime Valdés, Jorge Valdivia, Julio Barroso están muy lejos de lo que fueron. Es verdad también que los jóvenes que han tenido opciones no demuestran el nivel para sacar a los históricos de la oncena titular.
Alcanzar a Universidad Católica en esta temporada parece un imposible para Colo Colo. Pero debe tomar decisiones para el 2020. Si confirma a su entrenador deberá ser con el plantel que él necesite, aunque eso signifique desprenderse de futbolistas que le dieron mucho al club y que son idolatrados por la hinchada.